Grupo Cortizo cerró el pasado ejercicio con cifras récord en casi todas las grandes magnitudes de su negocio. La facturación aumentó un 17,9%, hasta los 554 millones de euros, el máximo histórico. Lo mismo sucede con la producción. En la perfilería de aluminio subió un 6,7%, con 75.824 toneladas; y en PVC se disparó un 68%, con 958.000 barras. La exportación consolida a la compañía como una de las más internacionalizadas de Galicia. Supone casi el 71% del negocio y vende a 60 países.

Con este van ya cinco años seguidos de crecimiento en el grupo, como recordó hoy Antonio Picón, director de la división industrial de la compañía. "Pero nuestra satisfacción viene dada no solo porque cada vez vendemos más -destacó-, sino porque también vendemos con mayor valor añadido adaptados a mercados tan exigentes como el centroeuropeo o escandinavo".

En paralelo a la actividad, la compañía creó 290 nuevos puestos de trabajo, por lo que el total de la plantilla ascendió al cierre de 2017 a 2.800 empleados. En la fábrica de Padrón, uno de los corazones de Cortizo, el número de efectivos aumentó en 160 y alcanza un total de 1.539.

También el centro de Padrón se llevó buena parte de la inversión del año dentro del plan estratégico en marcha hasta 2020. Concretamente, 19,6 millones del global de 48,5. En Polonia duplicó su fábrica y las obras van "a buen ritmo" para una nueva prensa de extrusión, una planta de anodizado y un centro de mecanizado.