El presidente del Círculo Financiero de Galicia, Serafín Ocaña, defendió ayer esta asociación como vía de colaboración para mejorar sinergias y aprovechar oportunidades, sin pretender "rellenar ningún hueco", en respuesta a preguntas de la prensa sobre el papel del CFG ante la crisis de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG), la patronal tradicional presidida por Antón Arias, al que se oponen parte de sus homólogos provinciales.

" Tenemos un proyecto que nace de la idiosincracia de los tres clubes, es un modelo de representación empresarial diferente de otros", expuso Ocaña acompañado de Juan R. Güell, presidente del Club Financiero de Galicia; Mariano Gómez, presidente del Club Financiero Atlántico; y Roberto Pereira, presidente del Club Financiero de Santiago.