Si uno no mira los detalles, la comparación de las grandes cifras del mercado laboral pueden resultar difíciles de entender. Entre enero y agosto de este año, en Galicia se firmaron un total de 746.761 contratos. El paro durante ese mismo periodo descendió en 24.789 personas. ¿Cómo es esto posible? Primero, no todos los que abandonan las listas de los servicios públicos lo hacen por conseguir una ubicación. Pueden salir por incumplir los plazos de renovación, por jubilarse o, simplemente, por perder la esperanza de conseguir una oferta. Y, segundo, es muy probable que un solo trabajador encadene tantos empleos diferentes como días tiene el mes. El avance imparable de la temporalidad es la principal responsable de que la contratación en la comunidad marque este año otro récord histórico. Son ya más de 3.000 diarios, una cifra sin precedentes incluso en la etapa de bonanza previa a la doble recesión.
Los contratos están aumentando en este 2017 a un ritmo cercano al 10% en Galicia. Hay 66.800 más que en los ochos primeros meses del pasado ejercicio, cuando alcanzaron los 680.000, según los datos del Servicio Público de Empleo estatal recopilados por el Instituto Galego de Estatística (IGE). La comparación con 2007, el último año de máximos en la ocupación en la región antes del estallido de la crisis es más que llamativa: entonces, con el PIB a todo motor, se formalizaban cada día unos 2.360 contratos y hoy son 3.073.
Claro que hace una década los contratos indefinidos rondaban el 5,6% del total y otro 5,7% eran conversiones a fijos de personal eventual. En estos momentos representan únicamente el 4% y el 3%, respectivamente, de los puestos.
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En esos ocho meses completos que van del año, los indefinidos -tanto iniciales como la transformación de temporales- suman unos 52.500. El resto, hasta llegar a los 746.700, tiene fecha de caducidad.
Más de 214.000, el 28,7%, fueron contratos temporales por obra o servicio. Cerca del 45% (333.600) están en el tipo de eventuales por circunstancias de la producción. Los interinos ascendieron a 60.800 (8%); un 9,2% (68.600) eran prórrogas; el 0,6% (4.200) por prácticas: y el 0,1% (1.100) de formación.
"El mercado de trabajo está experimentando en los últimos años cambios de calado que inevitablemente implicarán enfrentarse a retos importantes", advierte en su último informe de coyuntura el Foro Económico de Galicia, con una mención expresa a la "acentuación" de la precariedad y la inestabilidad laboral, derivada de la mayor flexibilidad en el trabajo en las nuevas formas de prestación de servicios, que están alterando el sistema tradicional de relaciones laborales".
A diferencia de lo que ocurre con el Producto Interior Bruto (PIB) regional, que roza las dimensiones de 2008, "los datos de empleo se encuentran aún muy lejos del nivel precrisis". Con la cifras de la última Encuesta de Población Activa (EPA), el Foro subraya que el incremento de los asalariados en la primera mitad del ejercicio "se produce tan solo entre los que tienen contratos temporales" -14.400, un 6,7% más-, mientras que en los indefinidos el número cae en 4.000 (0,7%).
La vigencia de los contratos en Galicia es otro ejemplo más de la transformación del mercado laboral. De todos los contratos nuevos acumulados hasta agosto -675.500, sin contar prórrogas ni conversiones en indefinidos, por tanto-, el 34%, más de uno de cada tres (230.000), tenían una duración inferior a una semana, según los datos del IGE. El 10,4% (70.600) se alargó algo más, pero por debajo del mes. El 17,6% (119.00) se movieron entre uno y seis meses. De medio año en adelante llegó el 1,8% (11.800). Y apenas el 0,3% era para más de un ejercicio. Los indefinidos iniciales alcanzaron los 31.900 (4,7%) y los de duración indeterminada fueron el 31%. Pero, ¿cuál es el perfil de contrato que más está creciendo este año? El de menos de una semana, con un alza de casi el 14%.
