El astillero de La Naval de Sestao . En las instalaciones de la compañía vasca, actualmente inmersa en preconcurso de acreedores al cargar con una deuda de 150 millones de euros, irrumpieron sin previo aviso seis trabajadores de la empresa holandesa Tideway, que subieron a bordo del cablero Living Stone, cuya construcción fue encargado, precisamente, por esta compañía.

El procedimiento en el que se encuentra inmersa actualmente La Naval de Sestao ha alimentado las sospechas en el seno de Tideway sobre la posibilidad de que la entrega del buque se demore más allá de los seis meses que se prevén actualmente, motivo por el que la empresa holandesa decidió resolver el problema de la forma más drástica: soltar las cuerdas de amarre y llevarse el Living Stone.

La operación fue desactivada tras la intervención de la Ertainza. Las fuerzas de seguridad de la comunidad foral se personaron en las instalaciones de la Naval de Sestao tras recibir el aviso de los vigilantes de seguridad e identificar a los seis asaltantes como trabajadores de Tideway. Para la operación que se pretendía llevar a cabo, existía un serio escollo, como lo es el hecho de que, aunque esté botado, las tareas para rematar el cablero todavía deben prolongarse hasta la próxima primavera, por lo que todavía no puede navegar. Para superar esta situación, la compañía había colocado a dos remolcadores con bandera belga en la zona próxima de Zierbena, en Vizcaya, con los que se pretendía realizar el traslado forzoso del Living Stone.Negociaciones para el traslado

El intento de asalto se produce en pleno proceso de negociación de La Naval de Sestao con los armadores para acordar las condiciones en las que se realizarán la finalización de sus buques en cartera. De hecho, la dirección del astillero vasco propuso ayer al comité de empresa la posibilidad de cerrar la construcción de este buque fuera del astillero vizcaíno. La compañía propone a los trabajadores abonar el salario pendiente hasta final de año y complementar la prestación de desempleo hasta el 100% de su salario durante el ERE de suspensión.

Los sindicatos, que rechazan esta posibilidad al entender que dificultaría la llegada de inversores, plantearon celebrar una reunión con la consejera vasca de Desarrollo Económico e Infraestructuras, Arantxa Tapia, para recibir asesoramiento sobre los posibles pasos a tomar en el futuro.