María Fernández Pérez, la vicepresidenta de la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC), lo tiene claro: "Desde el punto de vista de un órgano de competencia, y vista la polémica generada en Europa, probablemente haya que rediseñar las subastas de interrumpibilidad, que distribuyen las primas que cobran los grandes consumidores industriales por estar dispuestos a reducir o interrumpir su abastecimiento eléctrico en caso de riesgo de apagón. No sé si mañana, evidentemente, pero tiene que ser dentro de todo el proceso de transición energética", matizó. Fernández Pérez, que es la encargada de la supervisión de los órganos reguladores, hizo estas declaraciones ayer en un descanso del curso Cambio climático y transición energética que comenzó ayer y se despide hoy Avilés.

"¿La solución solamente es las subastas de interrumpibilidad para el mantenimiento de la industria? No lo creo", indicó la presidenta de la Sala de Supervisión Reguladora de la CNMC. "Sería más favorable a que analizásemos todas las partidas de costes energéticos, más que fiarlo todo a la subasta de interrumpibilidad", apuntó. Fernández se manifiesta así en línea con lo defendido por el presidente de Red Eléctrica de España, empresa semipública que opera el sistema eléctrico y organiza las subastas de interrumpibilidad, José Folgado. En marzo defendió revisar los conceptos extraordinarios cargados en el recibo eléctrico, como el sobrecoste de los sistemas eléctricos extrapeninsulares (900 millones de euros) y el déficit de tarifa (2.800 millones), así como el impuesto sobre la electricidad