La esposa y los dos hijos del expresidente de Pescanova Manuel Fernández de Sousa, Rosario Andrade Detrell y Pablo e Ignacio Fernández Andrade, declararon ayer como investigados (imputados) en la Audiencia Nacional como presuntos culpables de un delito de blanqueo de capitales después de que se hubiesen detectado cuentas a su nombre en un banco de Andorra con fondos de más de tres millones de euros. Los tres coincidieron en su declaración y aseguraron que la procedencia de ese dinero era lícita, fruto de los "ahorros" de la matriarca y de la cría y venta de caballos de competición, además de premios en metálico que recibía uno de los hijos del matrimonio. "Indicaron que habían guardado en casa esos ingresos porque las transacciones se habían en cash", explicaron a FARO fuentes jurídicas de la acusación. Según su testimonio la decisión de ingresarlo en un banco de Andorra, considerado un paraíso fiscal u opaco, se debió al miedo a un "corralito" por la crisis económica de España.

Las mismas fuentes aseguran que los acusados no presentaron facturas o documentación que acredite la procedencia del capital. El informe del fiscal sostiene que la esposa del empresario vigués abrió una cuenta en Andbank en septiembre de 2009 con un ingreso en efectivo de 950.000 euros, de los que inmediatamente transfirió 600.000 (300.000 en dos operaciones) a sendas cuentas de sus hijos en la misma entidad y oficina de Andorra. Su saldo aumentó en otros 567.000 euros en distintos ingresos en efectivo realizados entre octubre de 2010 y mayo de 2012. Pescanova entró en preconcurso el 1 de marzo de 2013.

"La cuenta -continúa el informe de Fiscalía- recibió ingresos en efectivo por 1.517.000 euros mientras que registró retiradas en efectivo de 160.824,25 euros". Pablo Fernández Andrade, ex director general de Área de la multinacional pesquera, abrió cuenta en Andorra también en 2009. "Director general del grupo Pescanova", puso en el contrato de apertura. Eso sí, tanto Rosario Andrade como sus hijos desvincularon a la multinacional pesquera de su patrimonio en el país pirenaico, y aseguraron también que Manuel Fernández de Sousa no tenía conocimiento de esas cuentas. En febrero de 2012 Pablo Fernández recibió 150.000 euros de la sociedad panameña Reflex Portfolio, cuya propiedad quiere investigar ahora también el magistrado que instruye el caso y que está vinculada a Mossack Fonseca, la gran fábrica de firmas offshore del mundo. A este respecto, los acusados aseguran que su vínculo con Reflex Portfolio obedece a un "error" del banco.