Las facilidades dadas por la reforma laboral de 2012 a la hora de aplicar expedientes de regulación de empleo (ERE) favorecieron que muchos trabajadores con largas carreras profesionales, en ocasiones en la misma empresa, abandonasen el mercado laboral en edades cercanas a la jubilación. Un escenario que, como denunció el sindicato UGT en los últimos días, deja a los afectados en una situación delicada pues a esas edades "las probabilidades de encontrar un trabajo estable son prácticamente nulas". Galicia cuenta en la actualidad 50.159 parados que superan los 55 años, frente a los 30.445 registrados en mayo de 2007, lo que equivale a que en estos 10 años de crisis los empleados de más de 55 años aumentaron un 65%, al sumar casi 20.000.

Su peso en el total de desempleados anotados en las oficinas del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) también aumentó considerablemente, al pasar de representar uno de cada cinco (el 20%, con 30.445 de un total de 148.209 parados registrados en mayo de 2007) a suponer uno de cada cuatro, el 25%. El mes pasado el antiguo Inem tenía anotados 199.638 personas sin trabajo en la comunidad gallega y de ellas, más de 50.000 superaban los 55 años.

Por provincias, la gallega que registró el mayor repunte en la última década es Pontevedra, que casi duplicó el número de parados próximos a la edad de jubilación. En mayo de 2007 contabilizaba 10.139 y ahora supera los 19.400 (+92%). El segundo mayor incremento corresponde a Lugo, del 62,4% (pasó de tener 3.042 a 4.939), seguida de A Coruña, con un alza del 58% ( de 12.264 a 19.405), y el menor incremento se produjo en Ourense, del 27,5%, que tenía 5.000 desempleados de más de 55 años hace una década y ahora roza los 6.400.

UGT denuncia los "efectos devastadores que las políticas del Gobierno del PP han tenido sobre los trabajadores de más de 55 años" y por ello reclamará hoy en la mesa del diálogo social un plan de choque por el empleo que aumente "la actividad de este grupo de profesionales, su protección de desempleo y les asegure una carrera de cotización digna para mantener su pensión".

El plan de choque del sindicato prevé la implantación de programas de sensibilización con "una oferta de servicios públicos de orientación, formación, recualificación e inserción". También una ayuda para aquellas personas mayores de 55 años "que no reciban ninguna prestación, en combinación con medidas activas de empleo".