Los españoles se jubilaron en 2016 a los 64,08 años de media, es decir, más de un año antes de los 65 años y cuatro meses que establecía para el año pasado la ley que regula el sistema de pensiones. Desde que se aprobó la reforma del modelo en 2011, cuyo objetivo era retrasar progresivamente la edad de jubilación a partir de 2013 hasta situarla en los 67 años en 2027, lo cierto es que en los últimos años se ha anticipado su acceso, aunque ligeramente.

Mientras que en 2013 la edad real de jubilación se situó en 64,33 años, en 2014 la edad se redujo a los 64,14 años; en 2015, a los 64,09 años; y en 2016, a los 64,08 años. El comportamiento en la edad de acceso a la jubilación registró un cambio de tendencia en 2013, ya que hasta entonces había ido siempre en aumento, pasando de los 63,47 años de media en 2006 hasta los 64,33 años de 2013.

La edad real de jubilación la determinan aquellos trabajadores que se retiran a la edad legal vigente en cada momento, los que la retrasan y los que se jubilan anticipadamente. Por ello, cabe concluir que el retroceso en la edad real de jubilación viene marcado porque ganan peso aquellos que se jubilan de manera anticipada.

El aumento de la edad de jubilación no afecta a los trabajadores con trayectorias laborales más largas (en 2017, los que tienen cotizados 36 años y 3 meses o más), para quienes el retiro se mantiene en los 65 años.