La patronal gallega (CEG) cerró ayer las ventanas para no escuchar al vendaval de la confederación empresarial de Pontevedra, que el lunes decidió por unanimidad darse de baja temporalmente de la CEG por los pecados de "traición" y desidia. La respuesta fue la no reacción: en la CEG esperan una "nota oficial" bajo la puerta para "dar una respuesta coherente" a la insurrección. En paralelo se gesta otra, la de Ourense, que, como avanzó FARO, reunirá a su junta directiva en quince días para abordar su situación y previsiblemente votar una iniciativa similar. "Hace falta una refundación de la CEG con nuevas bases, no tiene futuro ir a reuniones para hablar de nombramientos y estatutos", dijo ayer en Vigo su presidente, José Manuel Pérez Canal, que acusó a las patronales de A Coruña y Lugo (sin nombrarlas) de "déficit democrático". El empresario coincidió con su homólogo pontevedrés, Jorge Cebreiros, en el mismo diagnóstico: "Estamos cansados de que se nos ignore".

De momento en Santiago, donde la CEG tiene su sede, esperan acontecimientos, aunque sí abordarán la previsible doble escisión en la reunión extraordinaria de mañana aunque no figure en el orden del día. Pero el patrón de la confederación autonómica, Antón Arias, esperaba ayer por una comunicación oficial de la CEP para "valorar su decisión". "No sabemos muy bien a qué se refieren", explicó Arias a este periódico en relación a la baja temporal aprobada por los empresarios pontevedreses. "Lo que nos dicen y nada es lo mismo a efectos de los estatutos, no tiene encaje. Haremos una valoración igualmente aunque solo tenemos información por los medios", ahondó. "No sabemos si vendrán a la reunión o no".

Desde Pontevedra condenan el "cinismo" de Arias, a quien acusan de no saber responder a una situación de este calibre (es la primera vez en los 36 años de la CEG que uno de sus fundadores se va) y de refugiarse en la "formalidad de los estatutos". Al coruñés le reprochan que no haya admitido aún la "traición" de la patronal que comanda Antonio Fontenla desde hace 16 años, que haya apostado solo por personas del norte y críticos con la CEP para sus nombramientos y que no atienda los problemas de los empresarios de Pontevedra y Ourense. "Siempre hay un reparto de poder y desde alguna provincia se favorece en detrimento de otra", lamentó Pérez Canal, que añadió que "los problemas importantes no están siendo debatidos". "Debemos dar un salto cualitativo, no podemos estar eternamente mirándonos el ombligo".

El impuesto de Sociedades, la fuga de inversión al norte de Portugal, la huelga de la estiba, las conexiones ferroviarias con la meseta o la competitividad de los puertos. Son algunas de las cuestiones que preocupan al empresariado pontevedrés, como enumeró Cebreiros, pero que no figuran de momento en la agenda de temas a abordar por la comisión ejecutiva de la patronal gallega. "Hablarán de nuevo de la hipoteca, del Pexga o de alguna indemnización. Como si no existiesen otros problemas", claman desde Pontevedra. "Por estatutos seguimos siendo asociados, pero en la distancia. Ya nos acercaremos cuando sea el momento de votar cuentas, presupuestos o estatutos en las asambleas", añaden las mismas fuentes. En la CEP conocieron este martes que se produciría una reunión de una delegación de la patronal gallega en la consellería de Infraestruturas con director xeral do Instituto Galego da Vivenda e Solo, Heriberto García Porto. Acudió David Sobral, crítico reconocido de Cebreiros y persona de confianza de Arias.