-Arias asegura que no hubo traición, que nunca hubo pacto.

-Esto lo expliqué directamente en el comité ejecutivo y nadie me llevó la contraria. Los hechos son objetivos. Nadie me puede decir tampoco que hemos tenido afán de protagonismo. Desde el primer día dije que ningún presidente provincial debería presidir la gallega. El que quiera serlo que deje la provincial, como hizo Fernández Alvariño. Pero desde el 9 de diciembre no he tenido ninguna respuesta de A Coruña a las propuestas que han salido de Pontevedra. ¿Por qué pido la suspensión temporal? Porque si seguimos yendo a las reuniones, como si nada hubiese pasado, lo que va a ocurrir es que se va a ejercer la mayoría, lícita por otra parte, y van a ganar. Y nadie se va a dar cuenta de que Pontevedra está perdiendo.

-Esa desunión puede animar a otras organizaciones de empresarios a asumir el papel de la CEG.

-Claro, y lo dramático es que en esas organizaciones, con las que yo tengo una magnífica relación desde siempre, ya sean cámaras de comercio o círculos de empresas, en la mayoría de los casos estamos los mismos. Yo estoy en el Círculo de Empresarios de Galicia, y como yo muchos miembros de la junta directiva de la CEP. Yo formo parte de la Cámara de Comercio?

-¿Cómo se explica que siendo "los mismos" haya esa diferencia?

-Creo que uno espera de cada organización algo diferente. Cuando voy a un círculo de empresarios voy a un lobby, a reuniones a las que voluntariamente me apetece ir, a intercambiar opiniones o a escuchar a personas interesantes? Es un club, en el mejor de los sentidos. Una confederación de empresarios es diferente, es un instrumento para negociar con la administración, con los sindicatos, para defender los intereses de las empresas. El problema es que cuando una no ejerce esa función, otro acapara ese papel.

-Ha presentado un plan de viabilidad económica para la CEP.

-Llevamos seis meses tomando medidas, dramáticas en algún caso, pero también de recorte de gasto, negociación con proveedores... 2016 lo cerramos con pérdidas, como lo habíamos avanzado. Pero el trabajo de 2016 ya se ha consolidado en dos proyectos concedidos que permitirán que en una primera visión el presupuesto para 2017 sea equilibrado. Aspiramos, no digo a beneficios, pero sí a que las pérdidas sean moderadas. Venimos de más de 300.000 euros en negativo. 2017 será un año de equilibrio y en 2018 entraremos en beneficios.