Los sindicatos CC OO, UGT y CIG, junto con la oposición en el Parlamento gallego, han iniciado una ofensiva para tratar de poner freno a un posible proceso de deslocalización de empresas proveedoras de automoción, y reclaman la implicación de la Xunta para denunciar ante las autoridades europeas la "competencia desleal" del Gobierno portugués a la hora de poner a disposición de las empresas "suelo prácticamente regalado" y con enormes ventajas fiscales.
Los representantes de las tres centrales mantuvieron ayer en Vigo tres reuniones de trabajo con los portavoces de En Marea, BNG y PSdeG-PSOE, a los que han trasladado su preocupación por el incesante goteo de empresas que trasladan su producción (y también los empleos y las inversiones tecnológicas) al norte del país vecino.
El responsable de CC OO Industria, Ramón Sarmiento, advirtió de que la administración debe tomar medidas ante la "agresiva" política del Gobierno portugués a la hora de atraer inversiones y facilitar el asentamiento de empresas en su territorio. Sarmiento afirmó que, desde 2004, 14 nuevas empresas de componentes se han asentado en el norte de Portugal, mientras que la comarca de Vigo no ha sido capaz de atraer a ninguna. "Este desafío de Portugal amenaza la economía de una comunidad como Galicia", apuntó. Sarmiento explicó que el sector ha perdido, en los últimos 5 años, "un 30% del empleo", e instó al gobierno autonómico a tomar medidas inmediatas para frenar la deslocalización, pero también "planificar una estrategia a medio y largo plazo para darle una oportunidad de futuro" a esta industria.
En la misma línea Ana Belén Valiño (UGT), criticó que la política industrial de la Xunta en los últimos años se haya limitado a las "fotos con barcos o con coches eléctricos", y demandó un "plan estratégico" y un "foro de diálogo" de la automoción. El responsable de Industria de la CIG, Xulio Fernández, avisó de que este sector está "muriendo", mientras que Galicia sigue sin una "política clara" para atraer empresas y garantizar que las inversiones en I+D+i no se vayan fuera. "Tenemos que decidir si queremos empresas low cost o de valor añadido, y apostar por la formación, porque el reto tecnológico lo tenemos casi perdido", lamentó.
Por su parte, los portavoces de los grupos de la oposición coincidieron en que uno de los principales obstáculos a la implantación de nuevos proveedores en Galicia es la "ausencia" de políticas industriales y de suelo empresarial a precios competitivos, y trasladarán las demandas sindicales a la Xunta.
