El grupo vigués Aludec, uno de los líderes mundiales en monogramas, emblemas y otros productos de decoración para vehículos, ha paralizado su desembarco en México ante la cancelación de varios proyectos industriales por la campaña de amenazas liderada por el presidente electo de Estados Unidos (EE UU), Donald Trump, contra la industria del automóvil con intereses en ambos países, según ha podido saber FARO. Fuentes del sector aseguran que existen otras inversiones en stand by en la actualidad en suelo azteca a la espera de que se normalicen las relaciones con el próximo mandatario estadounidense. México es con Portugal el principal destino de internacionalización de la industria gallega de componentes, con cerca de una veintena de proveedores, auxiliares e ingenierías instaladas.
Aludec, que tiene sus principales centros de producción en la comarca de Pontevedra y en Viana do Castelo (norte de Portugal), lleva meses preparando su implantación en México para proveer a los fabricantes de automóviles del país -como adelantó este diario-, entre los que se encuentra su mayor cliente: Ford Motor Co. Fuentes consultadas por FARO explican que la cancelación de la nueva planta de Ford para la producción de la próxima generación del Focus en San Luis Potosí, en la que tenía previsto invertir unos 1.600 millones de dólares, ha llevado a la multinacional viguesa a suspender sus planes de manera indefinida. Ford, fabricante que ya recibió durante la campaña electoral a la presidencia en EE UU duras críticas por importar modelos producidos en México, fue la primera de las marcas en sucumbir a la presión de Trump, como Fiat Chrysler (FCA) y Toyota después.
La empresa viguesa, al igual que otros proveedores y auxiliares gallegas con negocios en México, ha preferido congelar este proyecto a la espera de cómo evolucionen las relaciones entre el próximo presidente estadounidense y los fabricantes de coches con factorías en México, cuyo principal mercado es el norteamericano. El huracán Trump también ha cogido en plena implantación en territorio azteca a Viza Automoción, el mayor proveedor de capital 100% vigués, que está construyendo una planta en el municipio de Huejotzingo, cerca de Puebla, para fabricar armaduras de asientos para los modelos que el grupo alemán Volkswagen producirá en el país. En su caso, la obra sigue adelante al margen de las tensiones generadas por Trump. Fuentes consultadas por este periódico apuntan que los modelos a los que suministrará Viza se exportarán a todo el continente americano.
México es uno de los principales destinos de internacionalización del motor vigués, al igual que Portugal y Marruecos. Las primeras compañías gallegas en asentarse allí fueron Marsan e Izmar, en alianza con la mexicana FerreBaztan, con la que crearon la joint venture Itech Grupo. Después les tocó el turno a Demsu y EYP (Trimechanics), al consorcio vigués Copo y a la ourensana Hispamoldes. Copo se estrenó con una fábrica de tejido en Silao, mientras que el primer fabricante gallego de moldes montó una planta en Puebla. Otra auxiliar que dio el salto a México fue la miñorana Esypro, con filial en Celaya. Tampoco dudaron en recorrer más de 9.000 kilómetros en busca de negocio Gecoinsa, Soltec, Vigotec y Tecdisma, entre otras. Y tienen oficina comercial Valver, Movelco y Aníbal Metalmecánica Gallega.
La llegada Donald Trump al poder ha provocado que los grandes constructores de automóviles hayan vuelto a priorizar la producción en territorio estadounidense frente a México. Hasta la fecha, ha logrado que Ford, Fiat Chrysler o Toyota anunciasen más de 11.000 millones de euros en nuevas inversiones y la creación de cerca de 3.000 puestos de trabajo en el país, en detrimento de sus plantas aztecas.
El presidente electo de EE UU apunta ahora a las marcas de lujo germanas
Amenaza a BMW con un impuesto fronterizo del 35% por construir una planta en San Luis Potosí para la producción de la futura serie 3
- El presidente electo de EE UU, Donald Trump, apunta ahora a las marcas premium alemanas en su particular cruzada contra los fabricantes de automóviles que producen en México y exportan a su país. La primera en sufrir amenazas ha sido BMW, a la que ha advertido de que impondrá un impuesto fronterizo del 35% a sus modelos si sigue adelante con la construcción de una fábrica en San Luis Potosí, que se destinará a la producción de su Serie 3. La firma germana mantiene por ahora sus planes y prevé abrir la instalación en 2019, con capacidad para unas 150.000 unidades al año.Trump hizo estas declaraciones en una entrevista con el diario alemán Bild -como recogió ayer FARO en su edición digital-, que ha divulgado extractos de sus comentarios traducidos al alemán. Trump aseguró que BMW debería construir es planta en EE UU porque esto sería "mucho mejor" para la compañía. Agregó que Alemania era un gran productor de vehículos, lo que se aprecia en la cantidad de Mercedes que circulan en Nueva York, sin que haya reciprocidad. Los alemanes no compran Chevrolets al mismo ritmo, explicó, lo que hace que la relación comercial sea injusta. El presidente electo dijo que defendía el libre comercio, pero no a cualquier precio. Por su parte, un portavoz de BMW dijo que la compañía "se siente muy en casa en EE UU", donde emplea de forma directa e indirecta a casi 70.000 personas.
