El fondo de inversión norteamericano Broadbill Investment Partners, que acumula casi el 4% del capital de Pescanova SA (la antigua matriz, apodada la vieja Pescanova), ha rentabilizado en las últimas horas la intensa campaña a través de la cual han pedido a los socios de la compañía su apoyo para derrotar al actual consejo. Entre los principales socios dan por hecho que Broadbill, representado por Kurt Lageschulte, rozará el 20% de los apoyos en la asamblea de hoy, lo que le permitiría no solo entrar en el consejo, sino dar un cambio drástico a su política de inversiones. Por primera vez desde la fundación de la empresa, en 1960, Pescanova SA se centrará (si prospera el plan americano) en firmas que incluso podrían ser competencia de su primogénita, Nueva Pescanova.

Nada está claro de momento, e incluso desde Broadbill prefieren esperar al resultado de la votación antes de hacer cábalas. Lo que sí es seguro, según han afirmado a FARO fuentes conocedoras del proceso, es que los neoyorkinos contarán con el 7,5% que, sobre el papel, retiene en Pescanova su expresidente Manuel Fernández de Sousa. El vigués no tiene buena relación con el actual consejo -Pérez Nievas, de Iberfomento (5% del capital) testificó duramente contra él en la Audiencia Nacional- y prefiere que Pescanova SA explore otras vías ante su inminente disolución a final de año. Si Broadbill cosecha también el visto bueno de Alfonso Paz-Andrade (más del 3%) y de Cartesian (5%, ha votado de forma telemática), llegarían a un 19% del accionariado de la empresa a favor de su plan.

¿Qué puede frustrarlo? Un giro en las posiciones de dos socios de mucho peso: Damm y Luxempart. Si los dos respaldan al actual consejo (rozan el 13% de las acciones), Broadbill no tendría nada que hacer. Pero fuentes próximas a ambas firmas aseguran que no tienen ya "ningún interés" en Pescanova, y solo aspiran a recuperar su inversión por la vía judicial. Los Carceller tienen sus propias cuitas con la Justicia, y Luxempart hace tiempo que eliminó a Pescanova de su portfolio en sus cuentas. De hecho están dispuestos a vender su parte, y ahí podría entrar de nuevo Broadbill. ¿Qué vale cada acción? Un céntimo es lo que se paga por ellas, y casi de forma testimonial.

Pescanova SA iniciará 2017 con un 5% del capital de Nueva Pescanova, con suerte, tras una ampliación de capital que rondará los 600 millones de euros. A partir de ahí, si el plan alternativo prospera, la compañía creada por José Fernández y Paz-Andrade empezará a pisar un terreno más desconocido, si cabe: el de sobrevivir a la marca que la mantuvo a flote en plena tempestad.