La confianza del consumidor cayó tres décimas el pasado mes de mayo en relación al mes anterior, hasta situarse en 90,7 puntos, debido a la peor valoración de la situación actual, en contraste con las expectativas, que mejoraron levemente, según los datos publicados ayer por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Es el quinto mes consecutivo en el que disminuye la confianza de los consumidores. Este indicador acumula un descenso superior a los 16 puntos desde finales de 2015, cuando alcanzó un máximo de 107,4 puntos.

El indicador de situación actual, responsable de la bajada de mayo, se situó en el quinto mes del año en 82,9 puntos, con un descenso de 1,4 puntos en relación al mes anterior. Esta evolución negativa del indicador, según el CIS, se debe a la valoración sobre la situación de los hogares. Aunque hasta ahora ésta estaba registrando avances, llegando a alcanzar el pasado mes de abril su valor máximo en los últimos ocho años, en mayo ha experimentado un fuerte descenso de 6,7 puntos.

Por el contrario y frente a la tendencia bajista que venían registrando en los últimos meses, la valoración de la evolución general de la economía subió 1,2 puntos en mayo. En contraste con la peor valoración de la situación actual, el indicador de expectativas subió ocho décimas respecto al mes anterior, hasta 98,6 puntos, su primer repunte en cinco meses, aunque insuficiente para compensar la peor valoración que hacen los consumidores de la situación actual. En general, según el CIS, el 40,9% de los encuestados entiende que la situación económica actual es peor que la de hace seis meses, mientras que el 37,3% no aprecia cambios y el 19,7% estima que sí ha mejorado.