La lucha interna en el seno de Pescanova ha llegado a los tribunales. Nueva Pescanova, la sociedad resultante del reflotamiento de la multinacional pesquera viguesa y cuyos máximos accionistas son los bancos del denominado G7, ha presentado ante el juzgado de primera instancia de Vigo una demanda contra la antigua matriz (Pescanova S.A.), que tiene el 20% del capital social de la pesquera, por supuesta ilegalidad en la suscripción de dos contratos antes de perder el control de la empresa, como avanzó ayer FARO en su edición digital.
Según fuentes de la multinacional viguesa, las reclamaciones afectan a dos contratos firmados entre Pescanova y Nueva Pescanova el pasado 27 de octubre, justo antes de la junta general de socios en la que la vieja Pescanova cedió el timón a la banca acreedora. La empresa precisó que estos contratos "unilateralmente decididos" por el consejo de Pescanova tienen un contenido "claramente abusivo", imponiendo nuevas obligaciones y penalizaciones de hasta 2 millones de euros a Nueva Pescanova en caso de no cumplir con estas obligaciones "auto-otorgadas" y "unilateralmente impuestas".
En la firma de estos contratos, según la nueva gestión de la compañía viguesa, Pescanova S.A. habría incurrido en un conflicto de interés que supone "una grave infracción de su deber de lealtad" como administrador único que era de Nueva Pescanova. Nueva Pescanova estima que estas actuaciones han sido hechas de forma "unilateral y no transparente", en clara infracción de los deberes de lealtad hacia el resto de los socios de Nueva Pescanova, que ya habían desembolsado el importe de sus acciones, en exclusivo beneficio de Pescanova y en perjuicio de la nueva compañía.
En los citados contratos se establecían una serie de pagos y servicios que Nueva Pescanova tenía que realizar a favor de la "vieja" a cambio "de nada" y además imponiendo unas penalizaciones si no se cumplen "desorbitadas": 2 millones de euros al contado y un 20% de interés ante cualquier retraso en el pago, según indicaron fuentes próximas a la nueva sociedad. Las mismas fuentes recalcaron que en aquel momento los miembros del consejo de administración de la vieja Pescanova eran los mismos que administraban a Nueva Pescanova, es decir, que "firmaron por las dos partes en beneficio exclusivo" de la antigua matriz.
Nueva Pescanova también ha denunciado el cambio de estatutos realizado para requerir hasta el 31 de julio de este año el voto necesario de la vieja Pescanova en el caso de que la sociedad decidiera llevar a cabo una ampliación de capital, "tal y como habían amenazado a través de los medios". La multinacional gallega explicó que acude a los tribunales después de los "infructuosos y reiterados esfuerzos" de conciliar posturas para solucionar estos y otros conflictos entre ambas partes.
Fuentes de la vieja Pescanova, por su parte, reconocían en la tarde de ayer que no tenían "constancia fidedigna" de las denuncias, aunque manifestaron que no entienden el porqué de la decisión de la nueva sociedad, ya que pese a haber pagado "esa anualidad con cinco meses de retraso" no se les ha exigido "ninguna penalización ni intereses de demora". Las mismas fuentes estimaron que igual lo que se pretende es "hacer ruido" para contrarrestar el "inexplicable mantenimiento del crédito de 300 millones de euros que, como la Nueva Pescanova ha reiterado una y otra vez, está vinculado al crédito supersernior".
"Han retirado este último, pero no el derivado, con el único fin de resarcirse de las quitas, como reconoce el administrador único de Nueva Pescanova en la carta que sigue colgada en su web sobre el crédito supersenior", apuntaron.
La firma propone rebajas salariales de un 40% para nuevos contratos
- Nueva Pescanova ha presentado a los sindicatos una propuesta de convenios colectivos para los centros del grupo que incluye recortes de entre el 10% y el 40% en los salarios de los trabajadores, según indicaron a Europa Press fuentes sindicales, que trasladaron su rechazo "rotundo" a este planteamiento.En concreto, señalaron que la empresa ha propuesto rebajas en los salarios que irían desde los 10% para los trabajadores actuales hasta un 40% para los de nueva incorporación. Además, afirmaron que también se les ha planteado trabajar sábados y domingos, jornadas de 12 horas, y cobrar el salario mínimo interprofesional, entre otras cuestiones.Ante estas cuestiones, CC OO, que es el sindicato mayoritario en los comités, mantuvo una reunión el jueves en la que rechazó "de manera rotunda las pretensiones de la empresa de precarizar las condiciones de trabajo" y que los empleados pierdan "todos los derechos que hay en los actuales convenios colectivos".Además, aseguró que no está dispuesto a negociar sobre la base de esta propuesta, sino sobre los convenios actuales. "Los trabajadores tenemos la idea de adaptar, mantener y mejorar -las condiciones actuales-", subrayó, una pretensión que ha calificado de "muy modesta" en comparación con la dirección, que, afirmó, "quiere ahorrar con los trabajadores para pagar los intereses" a los bancos.La próxima reunión está prevista para el 7 de junio, y en ella espera "un cambio de actitud de los responsables de recursos humanos" o, en caso contrario, amenaza con iniciativas para "defender -los- derechos" de los empleados. "Se pretende defender lo que hay y mejorar, nunca caminar 40 años hacia atrás", concluyó.
