El centro de Vigo de PSA Peugeot Citroën avanzó esta mañana algunas de las medidas de flexibilidad que considera necesarias para adecuarse a los vaivenes de producción de los próximos años y allanar el camino para la adjudicación de un nuevo lanzamiento que ayude a consolidar las dos líneas de producción. La primera, según fuentes sindicales, sería articular un expediente de regulación de empleo (ERE) de extinción voluntario para 400 trabajadores, dirigido tanto para el personal de más de 58 años (cerca de 180 personas) como para aquellos empleados que deseen salir de la empresa.

La segunda sería la aprobación de un ERE de suspensión de 20 días y de carácter preventivo para los 510 trabajadores que tienen en la bolsa de horas -el principal mecanismo de flexibilidad del centro- menos de diez días en negativo. A mayores, la empresa baraja un tercer ERE suspensivo rotativo para 158 trabajadores de estructura (personal mensual), aunque no cuantificó por ahora el número de días de ajuste.

Hoy se constituyó la mesa negociadora entre empresa y sindicatosmesa negociadora entre empresa y sindicatos. Los responsables de recursos humanos explicaron que las medidas que se van a negociar permitirán a la planta aguantar hasta la llegada del proyecto K9 (la próxima generación de furgonetas) y a la vez asumir volúmenes de producción nunca vistos hasta ahora en la historia de Balaídos (el récord de las instalaciones se registró en 2007, con 547.000 coches) si se materializa la adjudicación de un segundo lanzamiento. La mesa volverá a reunirse los días 2, 4, 7 y 9 de marzo con el objetivo de alcanzar un acuerdo. Por ahora no se han concretado las indemnizaciones que PSA-Vigo ha pensado para cada uno de los expedientes.