El nuevo director general de Petróleos Mexicanos (Pemex), José Antonio González Anaya, tendrá que poner en práctica las dotes que se le atribuyen en su país -"el hombre de la tijera"- para que el gigante azteca no entre en quiebra. Según la agencia de calificación Moody's la petrolera estatal necesita 23.000 millones de dólares (algo más de 20.600 millones de euros) para "sobrevivir" a 2016, sobre todo teniendo en cuenta los vencimientos de deuda por 11.700 millones de dólares y otros 6.700 que expiraban en 2015 pero se prorrogaron al ejercicio en curso.

"A los precios actuales del petróleo, la calidad de crédito de Pemex se deteriorará significativamente en el 2016 si no se hacen recortes drásticos del gasto", indicó la agencia, que considera insuficiente la reducción del 10% para nuevos proyectos, y que está cuantificada en 15.000 millones de dólares. Los recortes fueron los que precipitaron la salida la semana pasada de Emilio Lozoya de Pemex, primer accionista del astillero vigués Hijos de J. Barreras.

Para Moody's la única vía que tiene Pemex para afrontar el futuro en un contexto de bajos precios del crudo es obtener apoyo financiero. Éste "podría funcionar a través de diversos mecanismos, siendo el más probable la reducción (temporal o permanente) de la carga fiscal de Pemex, lo que disminuiría los ingresos del gobierno". El Ebitda (beneficio antes de impuestos y amortizaciones) que genera la compañía se traslada íntegramente al Estado, de modo que es incapaz de dotarse de reservas para cuando la cotización del petróleo desciende, como en la actualidad.