El primer ministro chino, Li Keqiang, admitió que el país se enfrenta a un "trabajo abrumador" para mantener su crecimiento económico, después de que esta semana se revelase que el Producto Interior Bruto (PIB) continuó su ralentización en 2015 hasta un 6,9%, su menor aumento en 25 años. "Debemos seguir de cerca la situación y prepararnos para dar soluciones lo antes posible", señaló el primer ministro en una reunión del Consejo de Estado (Gobierno chino) el pasado viernes, según publicó ayer el South China Morning Post.

Li aseguró que el Gobierno "debe prestar mucha atención" a la preocupación por el vaivén del mercado bursátil, que ha caído repetidamente desde comienzos de 2016, con pérdidas superiores a todo lo ganado en 2015, mostrando la inmadurez de los parqués y los vanos intentos del Ejecutivo de tenerlos bajo control. Éste urgió a estabilizar el crecimiento de las exportaciones, a frenar el declive de beneficios en el sector manufacturero y a profundizar las reformas de las grandes empresas estatales a través de políticas monetarias y fiscales.

"Las soluciones siempre superan las dificultades; tomaremos medidas sustanciales que darán resultados", afirmó. El Consejo de Estado ha diseñado borradores sobre nuevas medidas que serán presentadas por Li en la sesión anual del Legislativo el próximo marzo, donde se espera que sean aprobadas.