Pleno de Plastic Omnium con el K9. La multinacional francesa de componentes del automóvil se ha adjudicado el lote completo de los parachoques de las futuras furgonetas de la alianza industrial entre los grupos PSA Peugeot Citroën y Opel (General Motors), el proyecto K9. Las defensas se fabricarán en la planta que Plastic Omnium (PO) tiene en Redondela, despejando el futuro del centro y de sus casi 300 empleados (entre personal indefinido y temporal) al menos hasta 2028. El contrato incluye la inyección, el pintado y el montaje completo de los parachoques de los próximos comerciales ligeros de las marcas Citroën, Peugeot y Opel. PO ya había logrado en octubre la fabricación de los depósitos de combustible para su planta de A Pasaxe (Vincios, Gondomar), como avanzó FARO.
La dirección de Plastic Omnium Componentes Exteriores confirmó la atribución al comité de empresa el pasado 21 de diciembre, después de una larga negociación con los responsables de compras de PSA. El encargo blinda la planta por el elevado volumen de producción que se prevé para el K9 (muy por encima de las 200.000 unidades al año) y representa un salto cualitativo para la factoría, ya que hasta el segundo semestre de 2014 los parachoques de las furgonetas se fabricaban en exclusiva en las instalaciones de PO en Arévalo (Ávila) por sus menores costes. La planta gallega, que trabaja solo para PSA-Vigo, producía los componentes para los monovolúmenes C4 Picasso y los sedanes 301 y C-Elysée, y arrebató parte de las defensas de las furgonetas a Arévalo ese año tras aprobarse un plan de competitividad que incluía un ajuste salarial.
El recorte aprobado en verano de 2014 afectaba principalmente a los trabajadores de nueva incorporación, a los que se les aplica ahora la tabla salarial del convenio general de industria química, por lo que cobran de media un 30% menos que antes, como adelantó este periódico en exclusiva. La dirección de la planta había justificado entonces así la medida: "En la situación actual, el coste de la mano de obra es uno de los factores determinantes en la competitividad de cualquier industria; las decisiones que se tomarán en un futuro próximo para la negociación de nuevos proyectos estarán directamente vinculadas a criterios económicos", según un documento entregado entonces a los trabajadores.
El plan de competitividad y las inversiones de PO (más de 8,5 millones de euros en los últimos años en la ampliación de sus instalaciones para acompañar a PSA-Vigo en los nuevos lanzamientos) dieron su fruto y la planta de Redondela aspira a saturar sus instalaciones con el K9 y los nuevos proyectos por los que pelea su único cliente. Dirección y comité tienen previsto volver a reunirse este mes para analizar las consecuencias que el K9 puede tener para la el centro en materia de empleo, según indicaron fuentes sindicales. PO tiene otros dos centros de trabajo en el polígono de A Pasaxe, en Vincios, uno de soplado, que es el que resultó el pasado octubre adjudicatario de los depósitos y de los tubos de carga de combustible del K9 (suministrará el 100% de los componentes del módulo de combustible, con la excepción del depósito de las versiones de gasolina, que será compartido con el centro de Arévalo), y otro de metal (para los procesos de estampación y soldadura), con un centenar de trabajadores.
El grupo PO es una multinacional francesa con una honda experiencia en productos derivados del plástico y varias líneas de negocio, una dedicada al sector de automoción. Cuenta con 111 centros de producción y 22.000 trabajadores repartidos entre veinticinco países de cuatro continentes. Recientemente, la corporación acordó la compra de toda la división de componentes de exterior de la también francesa Faurecia (parachoques, aletas, portones traseros, etc.), que incluye una veintena de plantas y más de 7.000 trabajadores, operación que se completará a lo largo de este año.
El consorcio galo cerró la compra de la factoría redondelana (antes Peguform Ibérica) en el verano de 2010 para proveer a PSA-Vigo. Además de PO, también había mostrado su interés por este centro redondelano el grupo Faurecia. La planta había comenzado a operar en 1991 como Inerga Plásticos, del grupo Eurotec, produciendo una pieza para el Citroën ZX. Y en sus más de veinte años de vida ha fabricado diferentes componentes (parachoques, tapabarros, embellecedores de placas de matrícula, etc.) para los distintos modelos que se han lanzado en Balaídos.
Los proveedores de segundo nivel, a la espera
- El reparto de componentes de primer nivel para la próxima generación de furgonetas que PSA Peugeot Citroën lanzará en Vigo a principios de 2018 está prácticamente finalizado. Hasta la fecha, más de una docena de proveedores implantados en la comunidad -la mayoría en la comarca viguesa- se han adjudicado piezas del proyecto K9, blindando su actividad y liberando nuevas inversiones en renovación tecnológica y ampliación de instalaciones, como es el caso de Benteler, Autoneum, Snop o Denso, entre otras. Ahora le toca el turno a los fabricantes de segundo nivel (Tier 2), muchos de los cuales son de capital gallego, como Grupo Copo.En este lanzamiento, los proveedores vigueses han tenido que hacer frente a una mayor competencia de los fabricantes instalados en el norte de Portugal y en Marruecos y pese a que algunos componentes se han perdido a favor de estos mercados low-cost, el balance general del reparto de carga de trabajo no ha sido tan malo como se podía prever, según fuentes sectoriales, y se han captado piezas para Galicia que hoy se fabrican al norte de los Pirineos.Entre las plantas gallegas beneficiarias del proyecto están Benteler, Denso, Snop, Grupo Antolín Vigo, Autoneum, Viza, Maier Ferroplast, TRW ZF, Plastic Omnium Auto Inergy Spain, Plastic Omnium Componentes Exteriores, Faurecia Interior Systems España y Antolín PGA, y en el caso de firmas como Benteler, Autoneum y Snop, la adjudicación del proyecto les ha llevado a programar la ampliación de sus instalaciones actuales para atender la demanda de piezas para las furgonetas, como avanzó este periódico en exclusiva.
