Sacyr ha recortado un 31,5% su deuda total, que se sitúa así por debajo de la cota de los 5.000 millones de euros, gracias a la venta de Testa a Merlín y la consiguiente amortización de parte del préstamo de Repsol. La constructora reducirá su pasivo en 2.300 millones de euros, desde los alrededor de 7.000 millones hasta unos 4.852 millones, gracias a esta doble operación.