Vigo siempre tendrá coches que fabricar si consigue mantenerse como una de las plantas más competitivas y rentables de PSA Peugeot Citroën, ya sean de las propias marcas del grupo o de otros fabricantes en alianza industrial (como ocurre con la próxima generación de vehículos comerciales ligeros de PSA y Opel que se lanzará en Balaídos, el proyecto K9). Éste es uno de los mensajes que el patrón de PSA, Carlos Tavares, trasladó ayer a una representación del comité de empresa (SIT, UGT y CC OO) durante su segunda visita a la factoría gallega, en la que dejó claro que la contención de costes deberá continuar hasta que la multinacional retorne a la rentabilidad. En ese esfuerzo, recalcó Tavares, los proveedores gallegos deben acompañar a la planta de Vigo, ya que el 75% del valor de un coche lo aportan los distintos componentes que lo integran. El presidente de PSA hizo un recorrido por todos los talleres de la fábrica, participó en el acto conmemorativo del vehículo 12 millones de Balaídos (un Citroën C4 Picasso para el mercado chino) y visitó el Centro Tecnológico de Automoción de Galicia (CTAG), donde mantuvo una reunión de trabajo con el titular de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y el conselleiro Francisco Conde.

Tavares llegó a Vigo procedente de Madrid, donde visitó el lunes la planta de Villaverde, y hoy le toca el turno al centro portugués de Mangualde. El patrón comenzó su jornada de trabajo en Balaídos con una reunión con una representación del comité de empresa (en la que no participaron los responsables de CIG y CUT), en la que se discutieron varios aspectos, como la necesidad de nuevos proyectos industriales para mantener el sistema biflujo del centro (dos líneas de producción), los sacrificios realizados por la plantilla para recibir el K9, la situación de los proveedores gallegos con la nueva política de ajuste de costes y los cambios logísticos y otros aspectos en materia laboral como la suspensión de la jubilación parcial.

Sobre futuros lanzamientos, Tavares no se salió del guión y no dio detalles, aunque valoró el acuerdo alcanzado con Opel para fabricar en Vigo la próxima generación de furgonetas de PSA y del fabricante alemán, y se mostró partidario de continuar por la senda de las alianzas para asegurarse la rentabilidad de los proyectos. El ejecutivo portugués citó otros ejemplos de colaboración de PSA con otros fabricantes como Toyota (en la planta checa de Kolin y en la francesa de SevelNord) y con la propia Opel en Francia (en el centro de Sochaux) y España (Figueruelas, Zaragoza). En este sentido, instó a seguir peleando por la competitividad de Balaídos para optar a nuevos modelos y alianzas.

Los sindicatos expresaron el malestar de la plantilla por los sacrificios sociales y salariales asumidos el año pasado para garantizar la llegada del K9 a Vigo, y exigieron un reparto más equitativo de los beneficios del grupo entre las plantas francesas y la gallega. Tavares indicó que el grupo a punto estuvo de sufrir un estrangulamiento económico en 2012 y que los ajustes fueron y aún son necesarios para retorne a la rentabilidad. Una vez se alcance y PSA vuelva a ganar dinero, reconoció su presidente, el esfuerzo de los trabajadores será reconocido. En ese esfuerzo por salir de los números rojos, Tavares señaló que los proveedores gallegos tienen que acompañar a la factoría viguesa en su despegue. El jefe de PSA explicó que el sector del automóvil es cada vez más competitivo y que los fabricantes gallegos de componentes tienen que aprovechar la ventaja de su proximidad al centro y a la vez mejorar en otros aspectos, ya que el 75% del valor de un vehículo está en los componentes.

Acompañado por el director del centro (Yann Martin), el director industrial del grupo, Yann Vincent, el director de PSA para Europa, Denis Martin, y otros ejecutivos de la compañía (incluidos el director Industrial y de Supply Chain en Europa, el vigués Juan Antonio Muñoz Codina, y los responsables de las plantas de Mangualde, Hamid Mezaib, y Villaverde, Óscar Fernández), Tavares recorrió los principales talleres de Balaídos (en los que examinó los proyectos en marcha) y participó en el acto de conmemoración del vehículo 12 millones fabricado en Vigo, un Citroën C4 Picasso con destino al mercado chino. "Felicito calurosamente a los trabajadores por este hito de producción, que simboliza el saber hacer y la competitividad de esta planta. Vigo es una pieza clave del dispositivo industrial del grupo y haber alcanzado esta cifra de producción así lo atestigua", afirmó Tavares, a través de una nota.

Ya por la tarde, la delegación francesa se trasladó a las instalaciones del CTAG en Porriño, donde mantuvieron un encuentro con Feijóo y Conde y repasaron los proyectos de innovación en marcha en la unidad mixta constituida entre PSA y el centro tecnológico, en los que se están investigando nuevas tecnologías para los sistemas de conducción automatizada (como el proyecto Mobile Lab, que busca una interfaz entre conductor y vehículo) e innovación de procesos. El grupo cuenta en Vigo con un responsable de la DRIA (siglas de la Direction Recherche et Innovation Avancée), Thierry Cahen. Feijóo trasladó a Tavares el apoyo de la Xunta y señaló que la alianza entre CTAG y PSA será clave para captar nuevos lanzamientos para la planta de Vigo.

Huelga parcial

Coincidiendo con la visita de Tavares a Balaídos, alrededor de un centenar de trabajadores por turno secundaron ayer la huelga horaria convocada por CIG y CUT en protesta por las "presiones" que sufren los empleados de la planta como consecuencia del "plan de presentismo", así como por el aumento de carga de trabajo e intensidad del mismo. Las protestas se trasladaron fuera de la factoría, con una marcha por los alrededores de Balaídos. Según la empresa, los paros no tuvieron incidencia en la producción.