La sección sindical de la CIG en PSA-Vigo anunció ayer que paraliza todas las acciones de protesta para ofrecer a la dirección de la empresa dos semanas para reflexionar sobre el despido de dos empleados afiliados al sindicato por incumplir una operación de seguridad, como paso previo a celebrar un acto de conciliación en el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación el próximo 6 de agosto. "En función de lo que pase el día 6 tenemos medidas preparadas", afirmó el portavoz de la CIG, Manuel Domínguez.

La central también ha puesto fin a la huelga de hambre por turnos que habían iniciado el pasado 1 de julio dos trabajadores de la empresa y miembros del comité de la CIG, en la que han llegado a participar hasta siete operarios que han ido relevando a sus compañeros. Domínguez recalcó que "no se abandona esta batalla, todo lo contrario, se reafirma la vigencia de la lucha" contra la "política represiva y agresiva" que está ejerciendo la planta viguesa.