El proyecto Demagua comenzó en abril, aunque el visto bueno de las instituciones comunitarias se retrasó a finales de verano. Con el fin de avanzar en el desarrollo del plan y poder poner en marcha la fase experimental, las cinco empresas participantes comenzaron a trabajar en mayo utilizando fondos propios. "Comenzamos a desarrollar equipos complementarios", desgrana Mario González (SMA), con el objetivo puesto en cómo favorecer la proliferación de las bacterias que van a eliminar los microcontaminantes.

En el caso de la empresa de Vigo, que dirige Marcelino Otero, ésta aporta sus conocimientos y un diseño compacto de estaciones de depuración. Cada empresa aportará tecnología existente, "la juntamos y la desarrollamos para crear uno o dos diseños" con los que, espera González, eliminar este tipo de contaminantes específicos del agua residual. "Vamos a mejorar lo que tenemos".

La ayuda de la Universidade de Santiago es primordial en el caso de SMA de cara a saber "qué parámetros mejorar" para favorecer la proliferación de las bacterias nitrificantes, que van a limpiar las aguas residuales. SMA ha instalado con éxito más de 250 estaciones de depuración compactas que permiten, por ejemplo, el tratamiento directo de las aguas en hoteles para su posterior uso de regadío o baldío, especialmente en lugares con escasez de agua o donde ésta es muy costosa.