Los severos problemas de liquidez por los que atraviesa la multinacional Pescanova, por lo que se ha entregado a un concurso voluntario de acreedores, despliegan sus tentáculos en filiales españolas (como Pescafina) o en las extranjeras (Promarisco, NovaNam, Acuinova Chile, Nova Austral o Argenova). En esta última, instalada en tres localidades del país patagónico (la capital, Buenos Aires, Comodoro Rivadavia y Puerto Deseado), las dificultades han provocado que la flota, compuesta por marisqueros, palangreros y poteros, esté "empezando a amarrar", explicaron a FARO fuentes de toda solvencia conocedoras de la situación en la compañía con sede en Chapela. "Más que por falta de combustible es falta de capacidad de pago para comprarlo", ahondaron fuentes expertas en el sector pesquero argentino. Hasta tres buques con el sistema de posicionamiento satélite activado permanecían ayer amarrados en distintos puntos de la costa argentina.

Por ahora, y que haya trascendido, solo Pescafina (la filial de mayor facturación) ha solicitado el preconcurso de acreedores, como avanzó FARO en exclusiva este fin de semana. Pero desde el entorno de la empresa dan por hecho que "caerán más" y que dependerá de "cuánto aguante la tesorería". "Por ahora ya hay flota sin salir en Argentina", lo que deriva, según las mismas fuentes, en un problema de "desabastecimiento de las factorías". "Es el pescado que se muerde la cola, a cada hora la situación empeora cada vez más", sostuvieron. De continuar la situación, habrá "falta de materia prima y de producto para vender, con lo que caerán los ingresos".

Ayudas públicas

Según pudo confirmar este diario, y tal y como recogió la prensa argentina, el Ministerio de Agricultura, Ganadería, Bosques y Pesca concedió, a finales de marzo, una subvención de casi 15.000 euros (100.000 pesos argentinos) a 40 trabajadores de la planta de Argenova en Comodoro Rivadavia, una localidad situada en el Golfo de San Jorge, al norte de Puerto Deseado y Caleta Olivia. Se trata de un "subsidio para asistir a los trabajadores de la planta Argenova, que opera en esta ciudad (por Comodoro)". La medida, como explicó el propio ministerio, "surgió como consecuencia de una complicada situación coyuntural de la firma, derivada en parte del contexto internacional que hace dificultosa la exportación de productos". Según el Gobierno de Cristina Kirchner, la ayuda para esos 40 empleados se concede porque Argenova "les adeuda dinero" y se trata de trabajadores de la fábrica, no de la plantilla embarcada en sus buques.

A mayores, y de acuerdo con la información facilitada a FARO desde el sector pesquero argentino, "tienen un barco con una muy buena marea de merluza negra (hasta 150 toneladas) pero no pueden descargarlo, supongo que por deudas con el personal". Este diario ya avanzó que empleados de a bordo de la filial argentina ya sumaban adeudos en sus nóminas, como confirmaron desde la Asociación Argentina de Capitanes, Pilotos y Patrones de Pesca. Desde Pescanova no desmintieron esta información, ya que "las tensiones de tesorería se notan en todas partes".

Mensaje a la plantilla

En España, y de acuerdo con la información que facilitan las centrales sindicales, los trabajadores están operando "con normalidad", y éste es el mensaje que también se les traslada desde la dirección de cada filial. La responsable de recursos humanos de Pescanova contestó ayer a un requerimiento formulado por las centrales, que pedían una reunión con la dirección y el consejo de administración. "Agradecemos vuestro interés y comprendemos la preocupación", decía la misiva de Pescanova. "Las próximas semanas serán decisivas para visualizar el panorama y el futuro de la compañía", terminaba.

Según dicha carta, a la que ha tenido acceso FARO, no se ha fijado fecha alguna para que se produzca ese encuentro con el presidente, Manuel Fernández de Sousa, o el consejo de administración. Por ahora, y como la banca, los sindicatos insisten en conocer los datos de la empresa a cierre de 2012, que todavía se desconocen.