"A partir de febrero de 2013, la situación de Pescanova se deterioró bruscamente y de forma inesperada". Así explica el fondo luxemburgués Luxempart -en el resumen de resultados de 2012- qué ha pasado con su participación en la compañía gallega. Posee el 5,837% de su capital, y bonos convertibles que elevarían el porcentaje en otro 1,444%. La compañía que dirige François Tesch, a su vez consejero en Pescanova, remitió a sus socios y a los medios una información muy dura contra una compañía en la que invirtió, desde 2011, 56 millones de euros, un tercio de lo que vale ahora en bolsa. "Tras una inexplicable y súbita crisis de liquidez de Pescanova a comienzos de año, que ponía en duda la viabilidad de la compañía" -dice Luxempart-, este fondo se alió con Damm para votar contra las cuentas de 2012 en el consejo del día 27. Es la primera vez que se desvela públicamente por qué estos dos consejeros plantaron cara a Manuel Fernández de Sousa.

"Como resultado de esta decisión", Pescanova decidió acogerse al artículo 5 bis de la Ley Concursal (preconcurso) "para la reestructuración de la empresa durante un período de 4 meses que, en caso de fracaso, implicaría declararse en quiebra". En este punto Luxempart, que habla en todo momento como aliado del Grupo Damm (representado en el consejo por José Carceller, hermano de Demetrio Carceller), hace un relatorio de los hechos que derivaron, finalmente, en la solicitud de declaración de concurso voluntario de acreedores, en la madrugada del 5 de abril.

"Luxempart y Damm iniciaron gestiones ante las autoridades para que la situación se resuelva lo antes posible". De hecho enviaron un burofax a la compañía para que convocase un consejo de administración urgente tras declarar el preconcurso, aunque tuvieron que esperar más de un mes. Fuentes próximas a la empresa catalana, además, se han mostrado muy críticas con la gestión de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), a quien acusan de tener cierta connivencia con la falta de transparencia de la que, a su juicio, hace gala Pescanova. "Por otra parte, se están tomando todas las medidas a su alcance para proteger sus intereses", explica Luxempart.

No vale nada

El consejo de administración de Luxempart ha decidido que, a causa de la situación concursal de la empresa, las divergencias apreciadas entre la deuda real y la auditada y las diferencias en el seno del consejo de Pescanova, debe devaluar su participación en la pesquera a un valor de cero euros, con un impacto en sus resultados consolidados de 48,22 millones de euros. En el caso de los bonos convertibles, su impacto en las cuentas es de cuatro millones de euros.

Por su parte, el Grupo Damm Damm prevé realizar una provisión en las cuentas del primer trimestre de este año por el impacto que pueda tener el concurso de Pescanova, donde cuenta con una participación del 6,183%, según fuentes cercanas a la compañía catalana. La banca ya ha tenido que provisionar el 25% de las deudas que mantenía la matriz con las entidades, tal y como manda la ley.

Por otra parte, y según publicó ayer el diario El Economista, Hacienda habría iniciado una investigación por presunto fraude contra Pescanova tras haber ocultado 1.408 millones de euros de deuda, de acuerdo con los cálculos realizados por la auditora BDO. Consultadas por FARO, fuentes oficiales de la Agencia Tributaria descartaron confirmar o desmentir esta información, ya que no se refieren a "contribuyentes particulares".