El desplome de las ventas de automóviles en Galicia ha hundido la recaudación por el impuesto de matriculación a mínimos históricos, según los datos de la Agencia Tributaria. Los ingresos por esta vía cayeron el 36,45% en 2012, perpetuando una tendencia que empezó con el inicio de la crisis en 2008 por el menor volumen de las matriculaciones y las exenciones aplicadas a las motorizaciones menos contaminantes. En este contexto, los gallegos son los que menos pagaron por esta tasa el año pasado, con una cuota media de 447 euros, por delante de los baleares (453 euros), canarios (463) y cántabros (464). La media a ingresar en el conjunto nacional es de 527 euros.

Con este impuesto, transferido a las comunidades autónomas, la Xunta recaudó 12,5 millones de euros en 2012, frente a los 19,6 millones del año anterior, lo que representa una caída del 36,4%, seis puntos más que la media nacional. De hecho, la comunidad gallega es la cuarta donde más han caído los ingresos derivados de la matriculación de automóviles el año pasado, solo por detrás de Cantabria (-48%), Asturias (-38,9%) y Castilla-La Mancha (-38,4%).

En España no pagan impuesto de matriculación los coches que emiten menos de 120 gramos de CO2 por kilómetro recorrido. En 2011, la proporción de turismos vendidos que no superaban ese límite y que por tanto no pagaron impuesto era de cuatro de cada diez. La industria de automoción ha reclamado en varias ocasiones la suspensión de esta tasa, argumentando que España es el único país productor de vehículos en Europa que lo mantiene. La recaudación por este impuesto el año pasado ascendió a 338,5 millones de euros en España.