La industria automovilística española, agrupada en Anfac (la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones), ultima un plan que, combinado con los nuevos lanzamientos en marcha en buena parte de las plantas instaladas en territorio nacional, pretende devolver al sector una producción anual de tres millones de vehículos en un plazo de dos años, según ha podido saber FARO. Este documento de trabajo ahonda en la necesidad de reducir costes logísticos, liberalizar ciertos servicios vinculados a la distribución de vehículos y una revisión profunda de toda la tributación que afecta al sector de automoción.

Anfac pretende con este plan relanzar una industria que cerrará el año con volúmenes de actividad no vistos en más de una década. Según los datos facilitados ayer por la patronal de los fabricantes (que llevaba desde abril sin difundir estadísticas mensuales), entre enero y junio se ensamblaron en España 1,09 millones de automóviles, una cifra un 18,34% inferior a la registrada en el mismo periodo de 2011. Y a tenor de los programas de producción confirmados por las marcas para el segundo semestre (por el deterioro del mercado en Europa), 2012 cerrará casi con seguridad por debajo de los 2 millones de unidades.

De no revertirse esta situación, la industria española del automóvil sufriría un problema de sobrecapacidad productiva que, a la larga, podría desembocar en el cierre de alguna fábrica. El plan sobre el que trabaja Anfac pretende aprovechar los nuevos lanzamientos en marcha en las plantas nacionales (casi todos los centros tienen nuevos modelos en producción o asignados) para revertir la situación y volver a un umbral de producción anual de 3 millones de unidades. El documento, bautizado como Plan 3M, urgirá al Gobierno a que elimine los obstáculos que penalizan a las firmas españolas frente a sus grandes competidoras, como por ejemplo, las de Europa del Este o Marruecos.

Uno de los aspectos sobre los más incide el plan, que será presentado al Ejecutivo en las próximas semanas, es la necesidad de abaratar los costes logísticos de las plantas españolas, habida cuenta de que sus principales mercados se encuentran en Europa Central. El sector quiere que se agilice la puesta en marcha de los corredores marítimos (el ahorro por coche podría alcanzar los 300 euros), se impulse el transporte ferroviario y se liberalicen algunos servicios portuarios (por ejemplo, la estiba y desestiba) para mejorar la competitividad de las empresas. Anfac también apuesta por mejorar la formación de las plantillas y revisar la fiscalidad y la tributación que afectan al motor, logrando una mayor unidad de mercado.