La Confederación Gallega de Empresarios de la Madera (Confemadera) presentó ayer un balance anual que refleja disparidad de resultados entre los dos sectores que intervienen en la cadena de producción de la industria de la madera y el mueble en Galicia: positivos en la primera transformación, que incluye rematantes, aserraderos y pasta, y negativos en la segunda, donde se concentran la carpintería y el mobiliario. La facturación global alcanzó los 1.702 millones de euros, un 1,2% menos que el año anterior, con la pérdida de 1.500 empleos directos, lo que eleva a 6.600 los puestos destruidos en el sector desde el comienzo de la crisis.

La facturación de la primera transformación mantiene a Galicia como líder en España, al suponer un incremento del 3% y llegar hasta los 1.271 millones de euros. En concreto, los rematantes aumentaron su facturación un 15% (hasta 418,6 millones); los aserraderos crecieron un 3% (275,5 millones); y tablero y pasta facturaron 595,5 millones, un 4,4% menos.

Por el contrario, carpintería y mobiliario, ramos comprendidos en la segunda transformación, cayeron hasta el 12,3%, lo que se traduce en un descenso de la facturación hasta los 431 millones de euros.

Tendencia negativa

Esta tendencia negativa es el que ha supuesto la pérdida de puestos de trabajo directos en la industria de la madera en la comunidad. En el subsector de la carpintería el número de empresas se redujo en 2011 en un 6%, mientras que en el mobiliario la reducción fue de un 11%. Elier Ojea, presidente de Confemadera, señaló que en la actualidad 3.000 empresas integran el sector en Galicia, con 20.000 empleos directos y otros 50.000 indirectos, los que se resisten los golpes con que castiga la crisis desde 2008.

El contraste entre los sectores que intervienen en la cadena de producción permite observar cómo la recesión económica incide en la industria maderera gallega. La crisis y la estabilidad de los precios llevaron a un aumento del número de propietarios que hicieron cortas, al alcanzar los 47.000, cifra récord que representa un aumento del 17,5% en relación a 2010. El volumen de cortas ascendió a 7,7 millones de metros cúbicos, cantidad "similar a la de 2008", indicó la secretaria general de Confemadera, Ana Oróns.