Es un auto judicial "innovador" y que, aunque no siente jurisprudencia –lo que solo hace el Tribunal Supremo–, como mínimo permite "abrir un debate en la sociedad" sobre la necesidad de modificar la Ley Hipotecaria de forma que se admita que, tal como ocurre en otros países, como Estados Unidos, algunos anglosajones y otros sudamericanos, la entrega de la vivienda sirva para saldar la deuda contraída con una entidad bancaria en caso de no poder hacer frente a la hipoteca. Es también un auto "positivo" porque muestra una mayor "sensibilización" hacia los problemas de la sociedad por los tribunales, desde el momento en que "deja de aplicar la literalidad de la ley para aplicar su espíritu".

Así se resumirían las impresiones recogidas ayer entre expertos, usuarios de banca y economistas a propósito del auto de la Audiencia de Navarra, que considera suficiente la entrega de la vivienda al banco para saldar la deuda hipotecaria, a pesar de que el valor del inmueble se haya depreciado, como argumentaba el banco en su defensa, en este caso el BBVA, que ya anunció que pedirá la nulidad de tal decisión judicial.

"Es un precedente pero no sienta jurisprudencia, pero es importante para que otros tribunales puedan aplicar la misma teoría", señala Agenor Gómez, vicepresidente de la asociación de usuarios de banca Adicae-Galicia, quien se felicita de que en el mencionado auto judicial "se recoge una sensibilización de los tribunales en asuntos sociales y lo que pretendemos ahora es que el poder legislativo recoja el guante y modifique la ley para que no sean necesarias sentencias que fuercen en mayor o menor medida la interpretación de la ley para amparar a los consumidores, de forma que se reconozca la dación en pago, es decir, saldar una deuda entregando el bien, en este caso inmueble".

Para Gómez, el fallo "adecua las normas al tiempo social en que deben ser aplicadas en el sentido en que alude a la grave crisis finaciera, siendo causantes de ellas las entidades financieras". Así, razona Gómez que "si las entidades tasaron las viviendas en un precio excesivo, a la hora se subastarla les vincula su propia tasación de forma de que si se quedan con el bien en una subasta no tienen ya derecho a ninguna otra cantidad. Si para el préstamo fue suficiente el bien inmueble, dando el bien debería saldarse la deuda".

En la misma línea argumental se manifiesta Juan José Santamaría, presidente del Colegio de Economista de Pontevedra, para quien "lo más interesante" del auto es que el juez "da a entender que esto tiene su origen en la crisis económica y que ésta ha sido desecandenada por el sistema financiero, por dar alegremente hipotecas a quien a veces podía no pagarlas. Ese es el origen de la crisis y lo que viene a decir es que el sistema bancario es responsable de esta situación y por eso de alguna manera libera al demandado de satisfacer la diferencia entre el valor de la hipoteca pendiente y el precio de venta de subasta".

Santamaría también confía en que el Gobierno "cambie la Ley Hipotecaria porque si los bancos supieran que el bien hipotecados es la garantía y nada más, no se darían sobrevaloraciones de los pisos y la burbuja inmobiliaria no habría llegado a donde llegó".

Mientras, Juan José Pérez Barreiro, abogado de los servicios jurídicos de la asociación de usuarios Ausbanc Galicia, augura escaso recorrido al auto, aunque se felicita de que permita abrie el debate. Sin embargo, avisa de que "si pasara esto con todos los casos podría ser que los bancos endurecieran los condiciones para los préstamos".