La dirección de Comesa, joint venture de las empresas ZF e Iveco, anunció ayer a la plantilla el cierre de su fábrica de la Zona Franca de Barcelona, dedicada a la producción de componentes mecánicos para autobuses y furgonetas, y despedirá a sus 277 trabajadores. Según informó CC OO, la compañía ha justificado el cierre por la falta de producto y, por lo tanto, la inviabilidad económica de la planta catalana, heredera de la antigua fábrica de vehículos pesados española Pegaso.

El secretario de la sección sindical de CC OO en la empresa, José Places, explicó que la decisión responde "a una deslocalización" de los productos que fabricaban en Barcelona a Alemania e Italia, donde se ubican las matrices de los clientes de la planta.

Al parecer, la multinacional alemana ZF comunicó en julio a Comesa el cese de su relación comercial, mientras que el grupo Iveco les anunció este mes de octubre que se lleva la producción a Italia. Comesa fabricaba para Iveco piezas que luego se ensamblan en las furgonetas que la multinacional italiana fabrica en la planta de Valladolid, según Places.

CC OO ha expresado su rechazo a este cierre y anunció que se trata de una decisión "injustificada" e "intolerable". El sindicato aseguró que confirma los temores expresados por la plantilla desde hace más de un año por la continuidad de las instalaciones. Además, reprochó a la dirección de la multinacional que incumpla el compromiso adquirido en marzo de 2009 para desarrollar un plan industrial para las plantas de Barcelona antes de marzo de 2011.