En Moaña, los marineros jubilados que se reúnen para jugar a las cartas en el bar de la cofradía se muestran felices por la liberación de sus compañeros del "Alakrana". "O primeiro era salvar a vida dos mariñeiros, non me importa se o fixeron pagando ou non", reconoce Emilio Santomé, un ex marinero de 64 años. Pero esta buena noticia no ciega a los vecinos de O Morrazo Y es que la mayoría de ellos son partidarios de que el Gobierno adopte medidas contundentes. "Tense que facer xustiza, os piratas que colleron deben cumprir a pena íntegra en España para acabar con esta mafia", argumentan.

Ante la posibilidad de que vuelva a ocurrir un caso como este las opiniones se dividen. Antonio Verde, de 75 años, ve con buenos ojos que ahora vayan con escoltas en los barcos, "Así teñen maior seguridade e as armas serviránlles para defenderse". De otra opinión es Ángel Mateo, quien reconoce que "non se pode traballar se tes sempre detrás túa a un home cun arma".

La gestión del Gobierno también tuvo su correspondiente debate en el bar de la cofradía de pescadores de Moaña. Fue Antonio Verde el que puso cordura al señalar que "non se pudo facer outra cousa. O goberno non podería abordar o barco porque os piratas estaban armados e sería moi perigoso", sentencia.

En la conversación incluso hay quien acusa directamente a los armadores. "Pretenden gañar cartos nun mar moi rico en atún, pero que supón poñer en risco a vida dos mariñeiros", dice un cliente. Mateo incluso pide que el Gobierno prohíba a las empresas pescar en esa zona, para evitar que se produzcan más secuestros como éste.

También el patrón mayor de la cofradía San Xosé de Cangas, Evaristo Fernández, mostró su alegría "e a de todos os mariñeiros" por el final del secuestro. "Xa estiveron demasiado tempo secuestrados e menospreciados, vivindo una situación inhumana", señaló, y expresó su confianza en que logren recuperarse pronto del largo cautiverio.