La familia de Secundino Dacosta Soliño pasó ayer por una auténtica montaña rusa de emociones y sensaciones. Durante la mañana se mostraban tremendamente prudentes ante las informaciones que hablaban de una inminente liberación del "Alakrana": "Non sabemos nada, só o que está aparecendo agora na televisión", decían. A primera hora de la tarde, después de recibir una comunicación oficial del Gobierno central y de la casa armadora, la alegría se mezclaba con cierta ansiedad porque necesitaban escuchar su voz para que él mismo les confirmase la feliz noticia. Y cuando por fin recibieron esa llamada telefónica, pasadas las cinco de la tarde, la felicidad era ya indisimulada.

"Non puido contar moito porque falou moi pouco tempo. Dixo que xa estaban libres e que ían de camiño ás illas Seychelles", explica Encarnación, su suegra. "É un desexo cumprido, sólo esperamos que cheguen canto antes a casa porque agora van necesitar de verdade á familia", añaden. La mujer del marinero cangués es de las que peor ha llevado el secuestro y, aunque ayer tampoco realizó declaraciones, su madre aseguró que se encuentra "moi contenta". Encarnación también pudo hablar con su yerno muy brevemente y asegura que "encontreino bastante ben".

El padre del marinero cangués, también de nombre Secundino, y su hermano Jesús también aguardaban impacientes noticias desde el Índico. "Chamou á muller e espero que hoxe tamén poda chamar", apunta el padre. "Supoño que virá fastidiado. El é duro e ten un carácter forte, pero non sei como tomaría unha situación como ésta, que non se vive todos os días", cuenta. El hombre tiene muy claro que desea escuchar cuanto antes a su hijo porque "pola súa voz xa saberei como está". Pero también afirma que cuando regrese a casa "non lle vou preguntar nada do que pasou a bordo, deixarei que sexa el quen o vaia contando pouco a pouco". Secundino no quiso hacer especulaciones sobre las últimas horas de secuestro ni sobre cómo se vivieron a bordo estos larguísimos 47 días. "Os detalles saberanse co tempo. O que teño claro é que os secuestradores o que querían eran os cartos, os piratas que están aquí danlles igual", afirma convencido.

Su hermano Jesús es también marinero del "Alakrana" y precisamente debía dar el relevo a Secundino. Él formó parte de la delegación de familiares que se desplazó a Madrid para reunirse con miembros del Gobierno y reconoce que "fixo falta de todo" para lograr la liberación del atunero. Jesús tiene asumido que "terei que volver alá para seguir traballando", pero antes de marcharse a las aguas del Índico "quero ver ó meu irmán". Se supone que el barco llegará a Seychelles mañana y luego esperan que la tripulación vuele hacia España cuanto antes.