El indicador más utilizado para el cálculo de las hipotecas en Europa inició el mes de abril en mínimos históricos y ayer llegó a bajar por primera vez del 1,8 por ciento en su tasa intradía, hasta el 1,791 por ciento, después de haber cerrado marzo en una media del 1,909 por ciento.

Parecía que el indicador seguiría a la baja, pero la decisión de ayer del BCE ha decepcionado a unos mercados financieros que habían descontado ya una rebaja de medio punto de los tipos.

Hay que tener en cuenta que el indicador suele evolucionar de la misma manera que lo hacen los tipos de interés, ya que la evolución de ambos transcurre de forma paralela.

En cualquier caso, el BCE dejó la puerta abierta a nuevas bajadas en el futuro, por lo que los analistas prevén que el Euribor, a pesar del repunte de hoy, siga bajando y se sitúe a finales de este año entre el 1,25 y el 1,75 por ciento.

De este modo, las hipotecas se continuarán abaratando a lo largo del año en mayor proporción de lo que lo harán para los que las tengan que revisar en abril, que tras el descenso de marzo verán bajar entre 2.500 y 5.000 euros al año sus préstamos.