En una entrevista publicada hoy por el diario "Süddeutsche Zeitung", Schavan señala que esa medida contribuiría a fomentar los sectores vinculados a la construcción, promovería el comercio -a través de la adquisición de ordenadores y otros materiales - y beneficiaría a la industria energética.

"Propongo que a cada director escolar y rector universitario le pongamos una cantidad en la mano para que pueda renovar y modernizar su centro. Es un método poco burocrático y rápido", defiende la ministra cristianodemócrata.

Schavan estima que cada escuela primaria y secundaria en Alemania debería recibir así un "cheque" de 100.000 euros, que se elevarían a 500.000 euros en el caso de cada universidad y centro de enseñanza superior.

Así, 4.400 millones de euros se destinarán a las invertir en los primeros mientras que el montante relativo a universidades y centros de estudios superiores sería de 175 millones de euros.

Pese a las reticencias expresadas por la canciller, su correligionaria Angela Merkel, sobre la puesta en marcha de futuros programas de reactivación económica, Schavan sostiene que la coyuntura "debe reforzarse más" y que el Gobierno debe "acertar" con su próximo paquete de ayudas.

"En mi opinión, debe tratarse sobre todo de un gran programa destinado a la educación y la investigación", apunta.

La ministra sostiene que una iniciativa así implica "invertir en la próxima generación" y supondría un "impulso positivo" para Alemania, también desde un punto de vista "psicológico".

"Se mantendrán puestos de trabajo, se ingresarán impuestos, el país será más innovador al salir de la crisis y se pondrá fin a las quejas de que el estado de los edificios de escuelas y centros superiores es miserable", argumenta.

Defiende que un programa de esas características debería estar respaldado económicamente tanto por el Gobierno, como por los estados federados -que ostentan las competencias en materia de Educación- y las autoridades municipales.

"Si hay voluntad se encuentra el camino", señala Schavan.

Los "Länder" -representados en la Cámara de representación regional del Parlamento (Bundesrat) mantuvieron hasta ayer la incógnita de si respaldarían el programa de reactivación económica propuesto por el Gobierno de Merkel.

Los delegados regionales superaron así las reservas que habían planteado respecto al reparto de los costes entre el Estado y los "Länder".

La aprobación se produjo tan sólo un día después de que el Bundestag (cámara baja) diera luz verde a este plan, con el que el gobierno espera movilizar inversiones por valor de 500.000 millones de euros.

El programa está dotado con 32.000 millones de euros, incluidos los 20.000 millones de euros que conforman un plan aprobado en octubre, basado en reducciones de las cotizaciones al seguro de desempleo y la subida de las ayudas familiares.

El Bundesrat sólo tenía que decidir sobre los 12.000 millones que constituyen el núcleo del plan.

El plan ha sido duramente criticado dentro y fuera de Alemania, por considerarse poco ambicioso.

La canciller ha anunciado entretanto que a comienzos de enero el gobierno revisará si es necesario aprobar medidas adicionales.