El secretario del Tesoro estadounidense, Robert Paulson, anunció hoy el incremento temporal de la línea de crédito para las dos principales hipotecarias del país, Fannie Mae y Freddie Mac, como medida previa a la solicitud que se espera presente la administración Bush para que el Congreso apruebe "un paquete de rescate", como apunta el diario estadounidense 'The New York Times', por el que se concedería al Gobierno la autoridad necesaria para comprar miles de millones de dólares en reservas y prestar dinero a ambas compañías para que cubran sus necesidades a corto plazo.

"Fannie Mae y Freddie Mac juegan un papel fundamental en nuestro sistema hipotecario, y deben seguir haciéndolo en su calidad actual de empresas controladas por accionistas", declaró hoy Paulson. "El apoyo que prestan al mercado es particularmente importante, sobre todo mientras resolvemos la situación hipotecaria actual", añadió.

El plan pide específicamente al Congreso que conceda al Gobierno la autoridad necesaria, durante los dos próximos años, para comprar una cantidad no especificada de dichas reservas. Además, como ha señalado el propio Paulson, se ampliará la línea de crédito que ambas compañías tienen respecto del Tesoro, y actualmente estimada en 2.225 millones de dólares para cada una, establecidas ambas hace 40 años, cuando su deuda era mucho menor de la que se estima ahora -- 800.000 millones de dólares en el caso de Fannie; 740.000 millones de dólares en lo que respecta a Freddie--.

La línea de crédito que el Tesoro concede a las compañías es considerada por el mercado estadounidense como una señal de que ambas empresas serían "rescatadas" por el Gobierno si alguna vez se encontraran afectadas por severos problemas económicos. Se trata de un sistema de "garantía implícita", tal y como indica el 'Times' cuya existencia ha sido negada varias ocasiones por los altos funcionarios de la economía estadounidense.

Ahora, no sólo se acepta la realidad de este sistema, sino que además varios funcionarios del Tesoro y de la Reserva Federal Estadounidense (FED) hablan de un "endurecimiento" de esta garantía, y todo ello después de que el propio Paulson saliera el viernes al paso de las informaciones publicadas en la prensa estadounidense respecto a un posible "plan de contingencia" del Gobierno que colocaría a las dos entidades bajo la tutela de la Administración e implicaría que las potenciales pérdidas de las dos compañías repercutirían en los contribuyentes.

El plan que pretende adoptar ahora la administración Bush estipula además una petición adicional al Congreso para que aumente el límite de la deuda nacional, según informaron fuentes cercanas al plan al diario estadounidense. Del mismo modo, se solicitará a la cámara que conceda a la FED un papel más relevante a la hora de determinar "el colchón de capital" con el que cada compañía hipotecaria debería contar.