El sector pesquero es uno de los más internacionalizados de Galicia. Empresas y flota de capital autóctono operan y cuentan con intereses en 25 países de todo el mundo y su importancia queda reflejada, sólo como ejemplo, en los mil millones de euros a que asciende su volumen de negocio con el exterior, según datos de la Xunta.

Al margen de los intereses económicos, sin embargo, la Comunidad desarrolla desde hace ya años un creciente proceso de internacionalización basado en la cooperación para el desarrollo de países costeros poco desarrollados, especialmente de Latinoamérica y África, aunque también, más recientemente, se ha iniciado con Camboya la colaboración con el continente asiático, que se centra en la presencia en aquel país de técnicos de la Consellería de Pesca para impartir cursos sobre técnicas acuícolas a funcionarios, a trasladar luego a la población local.

En muchos de esos terceros países, los programas de cooperación para el desarrollo transcurren en paralelo y hasta en coincidencia con la presencia empresarial del sector pesquero gallego, como Nambia o Centroamérica.

En la actualidad, según datos aportados por la Consellería de Pesca e Asuntos Marítimos, Galicia cuenta con presencia en cooperación pesquera con quince países de todo el mundo. Se trata de proyectos en los que la Comunidad está en coordinación con programas estatales y desarrollados por la Agencia Española de Cooperación Internacional y también de iniciativas propias desarrollados por personal de la Consellería de Pesca, que sin embargo, no facilitó datos sobre su inversión económica en tales iniciativas

Desde Namibia a Belice, pasando por Perú, Cabo Verde, Cuba o Mozambique, expertos gallegos imparten cursos de formación, orientan proyectos industriales, planifican la formación náutica y pesquera, ponen en marcha infraestructuras o fomentan el asociacionismo y la participación femenina en la actividad del sector.

Namibia

Entre los proyectos más destacados en los que ha participado personal especializado gallego se encuentra, por ejemplo, los de Namibia, uno de los países en los que también la flota gallega de altura cuenta con mayores intereses económicos de todo el mundo. Así, por ejemplo, lleva sello gallego la escuela náutico-pesquera de Walbis Bay (Namfi) o la planta de acuicultura continental de Omahenene, a la que se ha sumado una fábrica de piensos que permita la autosuficiencia de la instalación.

Mientras, en Centroamérica y Caribe, de la mano de FAO, la colaboración gallega se concentra en el apoyo al desarrollo de la acuicultura en el ámbito rural y a pequeña escala.

En paralelo, comunidades pesqueras artesanales del norte y el centro de Perú son las destinatarias de un programa gallego de extensión, al tiempo que varios países africanos reciben formación y equipamiento en control pesquero.