El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció hoy la congelación de los salarios de los "altos cargos" de la Administración General del Estado, y el recorte de un 30% de la oferta pública de empleo para 2009 para demostrar el compromiso del Ejecutivo con la "austeridad" y la estabilidad presupuestaria en un momento de desaceleración económica.

"Se congelarán los salarios de los altos cargos. Sólo de los altos cargos, porque tengo el compromiso decidido de mantener los pactos suscritos con las organizaciones sindicales de la Administración", precisó Zapatero, durante la presentación del Informe Económico 2008 del Presidente del Gobierno en el Consejo Económico y Social (CES). Esta medida afectará hasta el nivel de director general, indicaron a Europa Press en fuentes gubernamentales.

En 2009 tampoco se revisarán los salarios de los "altos directivos" de entidades empresariales, organismos y fundaciones públicas.

Aunque el Gobierno admite que la congelación de los salarios tendrá un "limitado" impacto presupuestario, afirma que busca tener un "efecto ejemplarizante" en el conjunto de los gastos no productivos de las administraciones públicas.

Junto con esta austeridad salarial, el jefe del Ejecutivo adelantó también que el próximo año se reducirá un 30% la oferta de empleo público, aunque indicó que el Gobierno atenderá "excepcionalmente" la dotación imprescindible para los servicios públicos esenciales, especialmente seguridad, Justicia e inspección de trabajo.

Concretamente, señaló que esta reducción del empleo público se acompañará de un plan de "reasignación" de trabajadores públicos entre las distintas unidades administrativos.

Se recorta el gasto corriente

En la misma línea, apuntó que el Ejecutivo recortará los gastos corrientes y lo hará ya el próximo Consejo de Ministros, que declarará "no disponibles" 20 millones de euros del Capítulo II de los Presupuestos Generales del Estado. Además, este mismo capítulo, añadió, crecerá tan sólo un 2% en las cuentas públicas del próximo año, menos de la mitad que el incremento del gasto previsto.

Zapatero confió en que esta pauta general de control del gasto corriente, que supondrá un ahorro entre 2008 y 2009 de al menos 250 millones de euros, sea adoptada por las demás administraciones públicas, en cuyo caso, "el resultado será, sin duda, apreciable en términos presupuestarios", indicó.

Para el presidente del Gobierno, todas estas medidas se enmarcan en el deseo del Ejecutivo de conseguir en 2009 un equilibrio presupuestario, salvo para la Seguridad Social, en la que se prevé que siga produciéndose un superávit, que servirá para realizar nuevas aportaciones al Fondo de Reserva.