Los 35 barcos de cerco de la Cofradía Pescadores San Francisco de Vigo acordó hoy abandonar el amarre, por lo que saldrán a faenar a partir de mañana, según confirmó hoy el patrón mayor del colectivo, José Antonio Tizón.

De este modo, se unen a los 60 armadores de unas diez cofradías --más de la mitad del sector del cerco-- que ayer mismo decidieron salir a faenar para no perder los importantes ingresos de la campaña de la sardina, que en esta época próxima al San Juan triplica su valor en lonja.

Los miembros de la cofradía se reunieron hoy para analizar la situación, dado que el cerco había secundado el amarre de los barcos de altura, en protesta por el alza de los precios del gasoil, y finalmente decidieron que la actividad se retomará a partir del miércoles, por lo que sus productos serán descargados en puerto el jueves.

"Somos empresas pequeñas y no sabemos hasta cuando podremos continuar así", alegó Tizón, al respecto de las pérdidas económicas que les está ocasionando el paro de actividad. Asimismo, precisó que "también hay tripulaciones a las que hay que pagar", justificando así la decisión de volver a faenar, a pesar de que ayer habían ratificado su voluntad de continuar con el amarre.

Además, en el caso de las embarcaciones de artes menores, como el marisqueo a flote, también continuarán con su actividad aquéllas que los deseen, al igual que viene ocurriendo en los últimos días.

Precio del pescado

Por otra Parte, Tizón también se refirió a otra de las principales reivindicaciones de los armadores, que, además del alza del precio del gasoil, denuncia los "abusivos márgenes" en la comercialización de las mercancías.

En este sentido, el patrón mayor de la cofradía de Vigo destacó que esta crítica va dirigida hacia "las grandes superficies" y "nunca a los minoristas ni intermediarios" puesto que estos "cumplen su misión y siempre ha sido así". De hecho, aseguró que armadores y minoristas "deben ir de la mano".

Así, destacó que "el etiquetado del pescado de las plazas es de calidad", situación que contrapuso a la de las grandes superficies, establecimientos que consideró "culpables" del "excesivo" desfase entre precios en primera venta y los que alcanzan en los establecimientos de venta directa al consumidor.