Un centenar de trabajadores de Serrabal, convocados por CIG y UGT, impidieron a primera hora de hoy que los topógrafos y técnicos de Adif tomasen posesión de los terrenos del yacimiento afectados por la construcción del AVE entre Santiago y Ourense, primer paso para el inicio de las obras en este punto.

Florentino Castro, del Comité de Empresa de Ramsa, aseguró que "no cesarán" en su intención de imposibilitar el comienzo de las actuaciones en esta mina, situada entre los municipios coruñeses de Vedra y Boqueixón, porque están "en juego más de 500 empleos" entre Serrabal y las plantas de Ferroatlántica de Cee, Dumbría y Sabón dependientes de la mina.

Así, garantizó que los trabajadores y sindicalistas "estarán día y noche vigilantes, en turnos", para impedir que se tome posesión de estos terrenos porque su intención sigue siendo que se cumpla el acuerdo parlamentario de "compatibilizar los empleos de Serrabal y la ejecución del AVE", algo que consideran que no se da con el actual trazado.

Florentino Castro lamentó la actitud de la Xunta, pues recordó que el yacimiento es rico en un minera del gran pureza para realizar placas solares de silicio y "Galicia no está sobrada de industria y en una situación boyante". "Los dirigentes políticos pasan olímpicamente de nosotros, haremos lo mismo y todo lo que podamos por mantener estos empleos", advirtió.

Los trabajadores de Serrabal ya boicotearon la firma de actas de expropiación de los terrenos del yacimiento afectados, pues consideran que con una leve modificación del trazado se podrían compatibilizar los empleos y el tren de alta velocidad. Por su parte, el Ministerio de Fomento se niega a esta posibilidad pues entiende que supondría un retraso de unos dos años en su ejecución.