Ante la actual situación de carga de trabajo de los astilleros gallegos el presidente de Aclunaga, José Domínguez, afirma tajante que al sector "le gustaría trabajar sin parar como lo hace Citroën". Domínguez, que además es director financiero del astillero Vulcano, señaló que la flexibilidad que practica de la planta del Grupo PSA en Vigo es la envidia de los astilleros. En Vulcano son dos las secciones que ya trabajan 24 horas diarias: la de corte de las planchas de acero y las de conformado. Insiste, como lo hace González Viñas, en que los plazos de entrega es uno de los talones de Aquiles de la construcción naval y que por lo tanto hay que cuidarla al máximo.

Explica este responsable del astillero Vulcano que en otras fases de la construcción de un buque se puede meter gente a trabajar a la vez en las zonas de proa y popa, pero en los procesos críticos del acero esto no es posible. "Una máquina de plasma para el corte de acero requiere una inversión de 700.000 euros y los astilleros vigueses tienen una o dos como máximo. Por ello, ahí es donde se concentra más el trabajo", explica Domínguez.

Vulcano tiene una cartera de pedidos de siete barcos, lo que le proporciona una carga de trabajo hasta 2010.