China anunció ayer la abolición de los aranceles a la exportación de 81 categorías textiles, ante la decisión de la UE y EE UU de iniciar el procedimiento para imponer cuotas a diversos productos textiles y de confección. "China es país responsable. Estamos dispuestos a colaborar para la transición fluida del mercado textil mundial, pero decididamente nunca aceptaremos las medidas de la UE y EE UU", declaró el ministro chino de Comercio Bo Xilai.

En su primera rueda de prensa desde que asumió el cargo, hace dos años, Bo anunció que Pekín no "castigará doblemente" a sus empresas textiles, imponiendo aranceles a la exportación de los productos que ya la UE y EE UU han decidido limitar con cuotas.

Defenderá Pekín "los intereses legítimos" de sus empresas, pero desoirá sus propuestas de medidas revanchistas que pudieran desatar una guerra comercial, ya que "sólo la paz puede traer riqueza y fortuna a todos".

Buscará vías de comunicación para hallar una salida negociada a la crisis del sector, que supone un 10% del comercio bilateral total con la UE y EE UU, y da empleo directo a 19 millones de personas en China. Bo señaló, sin embargo, que Pekín se reserva el derecho a "llevar este asunto a la arena pública" de la Organización Mundial del Comercio.