Brindar espacios íntimos y confortables adaptados a las necesidades de las familias es uno de los principales objetivos de las empresas funerarias. Por esta razón, uno de los tanatorios vigueses cuenta ya con un parking exclusivo para las familias: 90 plazas, dos de ellas para personas con discapacidad, que podrán ser utilizadas sin coste alguno por los usuarios que lo requieran. Su uso será gratuito y estará a disposición de las familias las 24 horas.

Con esta instalación se ofrece un valor añadido a las familias que visitan el centro, facilitándoles la llegada en sus vehículos en una zona especialmente transitada y con dificultad de aparcamiento. El parking se encuentra a escasos 100 metros del tanatorio en la misma Avenida de Castrelos.

Apoyo psicológico

Además, para brindar un servicio más humano, en el que la calidez y la cercanía sean las señas de identidad, la empresa cuenta con un departamento de Atención Emocional que ubica la experiencia vivida por las familias en el centro de la propuesta de valor. De esta manera, supervisa, desde un punto de vista emocional, la atención prestada para ayudar a mitigar el impacto psicológico tras la pérdida de un ser querido.

"No concebimos un servicio funerario que no contemple una prestación operativa excelente y un acompañamiento emocional impecable. Las personas confían en nosotros en momentos muy delicados y nuestro deber es ofrecerles, siempre, profesionalidad, empatía y respeto", explica Pedro de Diego, gerente de la empresa funeraria, una de las firmas de referencia en la ciudad dedicada a la organización, gestión y realización integral y personalizada de servicios funerarios.

"Nuestra razón de ser -apostilla- es garantizar tranquilidad a las familias en los peores momentos de la vida mediante una labor profesional y emocionalmente excelente. Trabajamos para hacer sentir a familiares y amigos que se despiden de un ser querido con dignidad y respeto, acompañándolos en los primeros pasos del duelo".