La enfermedad de Alzheimer afecta a capacidades tales como la memoria, la orientación espacial y temporal, el lenguaje o el desarrollo de juicios complejos; trastornos cognitivos que se acompañan, y en ocasiones son precedidos, por una reducción del control emocional o de la motivación.

Todas estas afecciones acaban desembocando en una disminución de la movilidad física, que hace imprescindible la eliminación de barreras arquitectónicas para mejorar la calidad de vida de los pacientes y facilitar el día a día de su familia. "Disponer de una vivienda segura, accesible y personalizada es fundamental para quienes padecen alzhéimer, ya que les permite seguir disfrutando de su propio entorno con cierta independencia", señala Daniel García Caride, delegado comercial de una empresa especializada en accesibilidad de Pontevedra.

Cada vez son más las comunidades de propietarios que deciden realizar la adaptación de sus escaleras de entrada o del portal de su vivienda sustituyéndolas por rampas suaves o equipos salvaescaleras. "Aún así, todavía es necesaria la sensibilización de muchos vecinos para conseguir dicha adaptación, y más cuando se trata de enfermedades de origen neurológico", afirma García Caride.

En el mercado existen diferentes equipos. Entre ellos cabe destacar las sillas salvaescaleras, para tramos rectos o para tramos curvos, de interior o de exterior. "Su instalación es rápida y sencilla, y no requieren realización de obra ya que van ancladas a suelo", afirma el delegado comercial. El requisito fundamental es que exista una toma de corriente próxima a la escalera. Son de fácil manejo y ocupan poco espacio ya que son plegables. Además, vienen provistas con mando a distancia para que, en caso necesario, una persona diferente al usuario pueda desplazar cómodamente la silla a lo largo de su recorrido.

En cuanto a las plataformas salvaescaleras, pueden ser inclinadas o verticales, para instalaciones en el interior o preparadas para a ir a la intemperie. "Estos equipos están especialmente indicados para usuarios de sillas de ruedas, además de ser útiles y cómodos para cualquier persona", explica García Caride.

El delegado comercial señala los elevadores para viviendas unifamiliares como la mejor opción para el desplazamiento vertical en cualquier tipo de vivienda. "Existen cabinas en múltiples tamaños y configuraciones, según lo que el cliente necesite o las medidas que tenga el hueco a emplear. Son de bajo consumo eléctrico si se compara con un ascensor convencional", relata.

Tanto sillas como plataformas no están obligadas a revisiones periódicas pero sí es conveniente tenerlas siempre en perfecto estado de conservación para garantizar su buen funcionamiento.

"Cuando un cliente decide realizar una adaptación en su vivienda -apunta García Caride-, el tema económico es importante, pero lo que debe primar siempre es el convencimiento de que el producto instalado va a proporcionar más independencia y una mayor calidad de vida al usuario. Para ello, lo recomendable es consultar siempre con profesionales, que aconsejarán sobre la mejor de las opciones para cada situación personal y entorno a adaptar".