¿Quién paga si el bache te lleva al taller?

Los daños ocasionados por circular por una vía municipal en mal estado de conservación, como varias del rural estradense, pueden ser reclamados al Concello para sufragar el arreglo

Baches en el camino que conecta el lugar de Paredes con la EP-7001.

Baches en el camino que conecta el lugar de Paredes con la EP-7001. / nerea couceiro

Las vías municipales dependen del Concello y es este el que debe encargarse de su mantenimiento. Esto significa asegurarse de que la calzada es lisa y apta para que se circule sobre ella, tapando baches y demás desperfectos causados por la erosión del uso o el tiempo. También es importante la limpieza de los márgenes, especialmente si se habla de áreas rurales donde en verano, con las altas temperaturas, puede dar pie a incendios y favorecer la expansión de estos. Por último, las señales de tráfico deben estar en buenas condiciones, visibles y colocadas correctamente para garantizar que cumplen su función.

Cuando el organismo pertinente no se hace cargo de este mantenimiento, circular por estos viales resulta perjudicial para los vehículos, dando lugar, en el peor de los casos, a averías y daños en la carrocería, la transmisión, la dirección o incluso la suspensión. Arreglar estas cuestiones supone, generalmente, una visita al taller y un desembolso de dinero que, aunque quizás muchos no lo saben, no tendría por qué pagar el conductor.

Precisamente por la responsabilidad que se vincula al Concello de mantener las vías municipales en buen estado, cuando hay una negligencia de estas y se causan daños a un tercero, existe la posibilidad de interponer una reclamación patrimonial a la administración local para que esta se haga cargo de la reparación de los daños. Eso sí, debe poder probarse que los daños en cuestión se ocasionaron por el mal estado de la vía y no por una mala conducción, como exceso de velocidad.

No es novedad que muchas de estas vías en núcleos rurales de A Estrada distan de reunir estas cualidades mínimas, sino que por el contrario, acumulan tramos de baches y socavones, acumulan basura en sus márgenes y las señales muestras claros signos de que no se han renovado en mucho tiempo.

Por poner un ejemplo, en la parroquia de Parada existen dos caminos cuyo tránsito es casi una prueba de obstáculos. Se trata del que conecta el lugar de Eiriz con la EP-7001, también conocida como carretera de Sabucedo. Los vecinos conocen esta ramificación del viario público como Arnado, y es por esta zona por la que se accede a la Estación de Tratamento de Agua Potable (ETAP) de Parada. Esta supone un recorrido de, aproximadamente 1,6 kilómetros en los que se concentran numerosas zonas socavones de considerable profundidad, a los que hay sumar anegaciones durante la época de lluvias.

Con todo, este no es el retrato más dramático del aparente descuido por parte de la administración local hacia los viales que vertebran esta parroquia estrandese, sino que en otra de sus conexiones con la EP-7001, la que conecta el lugar de Paredes con esta carretera provincial, con apenas un kilómetro distancia de la entrada por Arnado.

La longitud aproximada de este camino hasta llegar al núcleo rural es de 1,1 kilómetros y durante este tramo lo difícil es encontrar más de un metro sin ningún tipo de desperfecto en la calzada.

Desde baches de gran profundidad, cuya erosión ha dado lugar a graba y pequeñas piedras que salen disparadas cuando se circula por la vía, a una señal de Ceda que parece haber sobrevivido a más gobiernos locales que el propio consistorio, e incluso vertidos de basura y restos, como colchones o tapacubos.

Una señal de Ceda en malas condiciones en Parada, A Estrada.

Una señal de Ceda en malas condiciones en Parada, A Estrada. / nerea couceiro

El plazo para reclamar es de un año desde el suceso

Las averías resultantes de circular por una vía en mal estado son muchas. Si hay graba pueden dañarse las lunas o la chapa y pintura. Con lo baches, puede haber daños en las llantas, escapes de aire, en la carrocería, en la transmisión, en la dirección o mismo en la suspensión del vehículo, aunque los más accidentes más frecuentes tienen que ver con las dos primeras. Así pues, si esto sucede, los damnificados pueden reclamar al Concello la reparación de los daños presentando la factura en el plazo de un año desde que se produjo el incidente. Así lo explica el abogado estradense Iván Sanmartín, que afirma que se han dado casos similares y que por ley el organismo municipal debe hacerse cargo. La reclamación por responsabilidad patrimonial, según se recoge en la página del Ministerio de Justicia, consiste en “solicitar una indemnización por toda lesión que los particulares sufran en sus bienes y derechos, salvo en los casos de fuerza mayor, siempre que la lesión sea consecuencia del funcionamiento normal o anormal de los servicios públicos y que el daño sea efectivo, evaluable económicamente e individualizado en relación con una persona o grupo de personas y que no tengan el deber jurídico de soportarlo”. Con todo, el Concello– en este caso– se guarda el derecho de acceder a sufragar los gastos o no. Según explica el jurista Iván Sanmartín: “Lo que ocurre generalmente es que se niegan en una primera instancia y hay que recurrir al Contencioso-Administrativo de Pontevedra para que se determine si debe o no pagar”. En caso de que así sea, la administración municipal no solo deberá afrontar los gastos derivados de la avería, sino también los costes judiciales y el abogado del demandante. De hecho, esta situación ya se ha dado en A Estrada, con vecinos que reclamaron al Concello indemnizaciones por daños físicos o materiales debido al mal estado de calzadas y aceras públicas.

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