Las comarcas registran 511 accidentes laborales y suben las cifras de siniestros graves y leves

Calcan, además, los dos percances mortales de 2022 | Lalín, Agolada y Cruces son los únicos que logran reducir su volumen de incidentes | A Estrada, con 164 contratiempos, desbanca a la cabecera dezana como líder

Traslado tras un accidente laboral en el polígono Lalín 2000, en octubre del año pasado.

Traslado tras un accidente laboral en el polígono Lalín 2000, en octubre del año pasado. / Cedida

Salomé Soutelo

Salomé Soutelo

Aunque sea modesto, hay un descenso en la siniestralidad laboral de las comarcas durante 2023: el año cerró con 511 accidentes laborales que causaron baja, frente a los 504 de 2022. Los datos que maneja el Instituto de Seguridade e Saúde Laboral de Galicia, dependiente de la Consellería de Promoción do Emprego e Igualdade, indican que de esos 511 percances, hubo dos mortales: uno en A Estrada y otro en Silleda. También en 2022 se habían registrados dos muertes en las comarcas durante la jornada laboral.

Lalín y Silleda, por encima del centenar

Aunque se recorte la cifra global de accidentes en la jornada de trabajo, suben tanto los de carácter leve, que pasan de 415 a 493, como los graves, de 10 a 16. Veamos los datos por municipios. En Deza su cabecera comarcal, Lalín, cierra el ejercicio con 153 accidentes laborales, en torno a un tercio de los 511 totales. Es lógico, si tenemos en cuenta que en la práctica aglutina la actividad empresarial del área. En 2022 había registrado justo una docena más de percances, para quedarse en los 165. De esos 153 incidentes, 145 fueron de carácter leve y los 8 restantes sí revistieron gravedad para el trabajador o trabajadora. Silleda es el otro concello dezano que también pasa del centenar de accidentes, con 107 en total, por encima de los 94 que había tenido en el año precedente. Además del accidente mortal que mencionamos, hubo 103 leves y 3 graves. Por su parte, Vila de Cruces pasa por ser el concello de la zona que más merma su siniestralidad laboral, ya que en si en 2022 registró 29 accidentes, en 2023 se queda en 17. Solo uno de ellos causó lesiones graves a la víctima.

En cuanto a los municipios pequeños de Deza, Agolada es el otro concello que también reduce su volumen de accidentes, al pasar de 11 a 9. Todos ellos fueron de carácter leve, según señala el Issga. Su municipio vecino de Rodeiro, sin embargo, asciende de los 26 siniestros laborales de 2022 a los 31 durante el ejercicio siguiente. Todos, como en Agolada, fueron leves. Ocurre lo mismo en Dozón, con 7 siniestros. En 2022 había tenido 6.

En cuanto a Tabeiros-Terra de Montes su cabecera, A Estrada, registró 164 siniestros laborales con baja. Además de ser la cifra más elevada de la zona (en 2022 había sido Lalín, con los 165 mencionados), tampoco puede evitar un ligero aumento en comparación con los 158 percances del año anterior. En el municipio estradense, como decíamos, de esos 164 accidentes hubo uno mortal, 3 de carácter grave y los 160 restantes, leves. Por último en Forcarei se registraron 23 incidentes laborales, también por encima de los 15 del año anterior. De ellos, solo uno revistió gravedad.

Un millar más en la provincia

El informe anual del Issga permite consultar, pero a nivel autonómico o provincial, el sector, la forma en que se producen más accidentes mortales o incluso el mes más fatídico. Así, en la provincia de Pontevedra se registraron durante el año pasado 9.257 accidentes laborales con baja, que suponen casi un millar por encima de los 8.260 de 2022. Por géneros, esos más de 9.200 incidentes se distribuyen de forma muy desigual: 6.580 afectaron a varones y los 2.677 restantes, a mujeres. Lógico si tenemos en cuenta que hay profesiones muy masculinizadas. Por sectores, la mitad de los accidentes aparecen en los servicios, con 4.721 casos, seguidos de los 2.693 en industria, 1.286 en construcción, los 322 en pesca y casi, un centenar menos, 235, en agricultura.

En la provincia, 15 accidentes laborales terminaron con otras tantas vidas: 13 eran varones y las 2 restantes, mujeres. En toda Galicia fueron 50, de los que 21 respondieron a infartos, 12 a choques contra objetos en movimiento, 7 a caídas y golpes con aplastamientos, otros 7 a atrapamientos o amputaciones, 2 a contactos con corriente eléctrica y uno con ahogamientos. También a nivel gallego, donde hubo 27.274 accidentes, la gran mayoría, 20.201, fueron sufridos por trabajadores indefinidos, seguidos por 4.967 temporales y 2.106 autónomos.

Reducir la siniestralidad en la construcción

El pasado mes de octubre la Consellería de Promoción do Emprego e Igualdade presentó la Estratexia de Seguridade e Saúde no Traballo de Galicia: Horizonte 2027. Esta iniciativa pretende reducir la siniestralidad en los sectores más afectados o singulares, como el cuidado de personas dependientes, la pesca, la construcción, el ámbito forestal y el naval. Esta Estratexia, como indican desde la citada consellería, está dotada con 56 millones de euros para el periodo 2023-2027, y se elaboró en consenso con los agentes sociales. Su intención es afrontar los riesgos ante la transformación del mercado laboral. Por eso aborda cuestiones como la gestión preventiva en el uso de tecnologías como la inteligencia artificial o las plataformas virtuales de trabajo. La intención de la Xunta es incidir en esa prevención de accidentes en las pequeñas empresas y las micropemes. Tampoco faltarán actividades específicas para las personas autónomas con el ánimo de que puedan desarrollar sus tareas con seguridad y salud.

Además, el gobierno autonómico quiere impulsar en este contexto la generación de conocimiento y sensibilización en la cultural de la prevención tanto a las personas trabajadores como a los empresarios y también al alumnado en las distintas etapas educativas. Durante el año pasado, la intención era formar a cerca de 4.000 personas y poner en marcha distintas acciones de sensibilización y asesoramiento.

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