La hostelería califica como “el mejor de la historia” un Mes do Cocido “que se queda corto”

Sorprende el incremento de reservas efectuadas por pandillas de gente joven | Los restauradores destacan la afluencia de comensales de fuera de Galicia | Hay locales con aforo completo hasta después de Semana Santa

Jóvenes degustando un cocido en el restaurante Cabanas en la pasada Feira do Cocido.

Jóvenes degustando un cocido en el restaurante Cabanas en la pasada Feira do Cocido. / // BERNABÉ

El Mes do Cocido de 2024, que ayer llegó a su fin, pasará a la historia como “el mejor de todos”, según los hosteleros de Lalín que, también, consideran que se “queda corto” debido a que este año el día grande de la fiesta gastronómica coincidió muy pronto en el tiempo, recordemos el pasado día 4 de este mes. Esta valoración es compartido tanto por los propietarios de los restaurantes situados en el núcleo urbano como los de las áreas periurbanas o los de las parroquias. La numerosa presencia de grupos de gente joven, la importante afluencia de comensales de fuera de Galicia y el hecho de que existan varias casas de comida con el aforo completo hasta después de Semana Santa evidencian el rotundo éxito de esta actividad gastronómica en la capital dezana vinculada a la Feira do Cocido.

Alberto González, de Casa Currás, sentencia: “A tope, la verdad es que muy bien. Esto se queda corto, se hace pequeño”. El cocinero asegura que durante todo este mes tuvo el local prácticamente lleno a diario. “Podía haber alguna mesa libre pero habitualmente teníamos todos los días lleno el comedor”. Como otros colegas, coincide en que “el corte” de la campaña llega por Semana Santa, que este año cae más pronto de lo habitual. “Para mayo tengo un grupo de Cataluña que viene a hacer turismo. Cada vez hay más gente que acude a conocer Galicia y pasa por Lalín a comer cocido, porque muchos aún creen que después de este mes ya no se sirve este plato”.

La sumiller del restaurante Cabanas, Carlota Iglesias, confiesa: “El mejor hasta el momento”. Subraya que además de comensales de Lalín y de su comarca hubo reservas de gente de fuera, y también clientes que son traídos por lalinenses a la capital dezana durante el Mes do Cocido. Iglesias detecta un “relevo generacional” que consiste en que jóvenes que acudían a comer cocido con sus familias ahora vienen en grupos de amigos.

Por su parte, Marimar García, del restaurante Casa Pablo, en A Goleta, es otra de las restauradoras del municipio que no duda en afirmar que el Mes do Cocido en su local estuvo “muy bien, yo diría que incluso que ha sido de los mejores años”. García también desvela que su restaurante tiene el cartel de “completo” colgado hasta después de Semana Santa, algo que no sucedía desde hace tiempo. En Casa Pablo la clientela predominante es la regional, destacando la presencia de vecinos de Vigo y A Coruña en sus meses durante la etapa promocional del cocido. Marimar García destaca como en otros casos el gran incremento de pandillas de gente joven “que este año se animaron a hacer reservas, algo que hasta ahora no habíamos visto porque siempre había más gente de mediana edad o familias enteras que gente joven en grupo”.

Diego López, del restaurante La Molinera se apunta al optimismo reinante entre el resto de sus compañeros de profesión para reconocer que “este año nos ha ido muy bien”. Con respecto a ediciones anteriores, el chef lalinense destaca que “por la semana estamos teniendo más demanda de reservas que otros años”. Por eso, se congratula de que “aún queda marzo, abril e incluso mayo” para seguir degustando el plato rey de la gastronomía lalinense y gallega. En La Molinera la clientela predominante es la gallega, pero también pasan por su comedor comensales de otros puntos de España y, también, “internacionales”, como destaca Diego López.

José Antonio Asorey, de Onde Antonio, en el Polígono Lalín 2000, asegura que “fue un mes más activo que otros años porque pienso que la gente tiene muchas ganas de salir y de divertirse, y eso se está notando a todos los niveles”. Está convencido que en su caso, al estar situado fuera del casco urbano, “la cosa se prolongará durante el mes de marzo pero siempre en función del tiempo que nos haga”.

En el caso del Pazo de Bendoiro, Luciano Jordedo no duda en reconocer estar “sorprendido” por la buena marcha de las reservas efectuadas durante el Mes do Cocido. Jordedo también es de los que piensa que las comandas de cocido se podrán alargar en el tiempo “en marzo e incluso el mes de abril”. Aquí, algunos de los clientes que se acercan en esta época del año a la remozada construcción del siglo XVIII para comer un cocido proceden “de la costa pero también de la zona de Santiago”, señala Luciano Jordedo, que espera que este tipo de iniciativas vayan progresando conforme pasan los años. Tanto él como el resto de profesionales de la gastronomía lalinense consultados coinciden en alabar la celebración del Mes do Cocido como catapulta efectiva de la fiesta gastronómica anual por excelencia de la capital dezana.

Cabe recordar que la lista de la restauración del XXVI Mes do Cocido de Lalín estuvo formada por: Bar O Polo, Restaurante Suso, Casa Currás, Casa San Martín, Hotel Parrillada Villanueva, Hotel Pontiñas, Hotel Spa Norat Torre do Deza, Mesón O Cruce, Parrillada Taboada, Pazo de Bendoiro, La Robleda, Cabanas, Casa do Patrón, Casa Pablo, La Estación, La Molinera, Las Palmeras, Onde Antonio, María José, Os Arcos, Casa Ruliña, Naval do Espiño, KM 0 y Venezia. Por lo tanto, 24 fueron los restaurantes que tomaron parte en la edición de 2024 –tres más que en la anterior– con un precio medio estimado por plato que se sitúa en la franja entre 30 y 35 euros, y que seguirá en vigor hasta que concluya la temporada alta del cocido.

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