Matalobos, para mojar pan

La Festa dos Callos sirve cerca de 450 raciones, preparadas con más de 100 kilos de carne, 80 de garbanzos y 20 de chorizo

El público disfrutó del plato bajo una gran carpa.  | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

El público disfrutó del plato bajo una gran carpa. | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN / ANA CEla

Ana Cela

Ana Cela

Un plato humeante para un día frío y húmedo. Los callos triunfaron ayer en la parroquia estradense de Matalobos, refrendando la elección que hizo, 16 años atrás, la comisión organizadora de la fiesta gastronómica con más tirón de las que tiene A Estrada durante el invierno. Para honrar a su patrona, Santa Eulalia –o Santa Baia– los vecinos se animaron a incluir en el programa festivo un evento en el que muy pocos pudieron resistirse a mojar pan.

Más de 400 personas compartieron el plato protagonista de la Festa dos Callos. No todos comieron en el campo de la fiesta, donde se colocó una gran carpa calefactada para la ocasión. Cuando llegó la hora del almuerzo –comenzó a servirse alrededor de las 14.30 horas– eran 350 los comensales que habían retirado ya su ticket para asegurarse un asiento a la mesa, mientras que otros 90 habían solicitado su ración para llevar y degustar en su casa.

Un año más, la firma estradense de catering Valenciaga, que también tiene su sede en esta parroquia, preparó el menú. Para ello fueron necesarios nada menos que 80 kilos de garbanzos, 100 kilos de carne y otros 20 de chorizo. Con todo ello se preparó un plato que invitaba a repetir. Pudo hacerlo todo el que quiso, ya que el ticket permitía degustar tantos callos como se desease, acompañados de pan, vino, agua, postre y café. El precio fijado para la propuesta en esta ocasión fueron 17 euros, incluyendo la cazuela conmemorativa. Las raciones para llevar se sirvieron a 12 euros.

La firma Valenciaga asumió la preparación de los callos.   | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

La firma Valenciaga asumió la preparación de los callos. | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN / ANA CEla

Las celebraciones en honor a la Patrona de Matalobos comenzaron ayer con una misa cantada por el coro de Santa Cristina de Vea. Fue a las 13.15 horas, con sesión vermú amenizada por la Banda de Música Municipal de A Estrada, que actuó a cubierto, bajo la carpa. Valenciaga Comenzó a las 14.30 a servir los callos, que se disfrutaron a conciencia. Y después volvió la música, la oportunidad perfecta para ayudar a digerir al almuerzo marcándose un baile.

De hecho, hace años que la comisión organizadora de la Festa dos Callos apostó por cambiar el programa habitual de la fiesta, que reservaba para la noche la verbena. Este equipo se animó a programar la sesión de baile para la tarde, poco después de que cientos de personas compartan mesa en el campo de la fiesta. En esta ocasión la música corrió por cuenta del Dúo Punto Cero y Os Celtas.

En estos momentos son media docena de vecinos los que siguen al pie del cañón organizando estas celebraciones, diseñadas 16 años atrás con la intención de animar los festejos en honor a Santa Eulalia, que estaban prácticamente desaparecidos en la parroquia. Antes era la propia comisión la que se encargaba de preparar y servir los callos, un trabajo muy intenso que hacían con energía y buen humor. Sin embargo, mermado y ya más cansado, el equipo ha decidido apoyarse e la empresa Valenciaga para seguir adelante con esta fiesta, realizando los vecinos el trabajo del petitorio y de la contratación de los grupos. Después de los callos, Matalobos ya está lista para el turrón.