Las regularizaciones de Catastro destaparon 20.000 inmuebles irregulares en las comarcas

Siete de cada diez corresponden a áreas urbanas | La mitad de los bienes que no tributaban eran nuevas construcciones | Otros casos corresponden a ampliaciones y rehabilitaciones o a reformas y cambios de uso

Oficina tributaria comarcal situada en el consistorio de Lalín. |   // BERNABÉ

Oficina tributaria comarcal situada en el consistorio de Lalín. | // BERNABÉ / alfonso loño

Durante muchos años imperó en los ayuntamientos la norma del tí vai facendo, una práctica extendida en todo el territorio gallego con la que los ciudadanos no pasaban por su concello para solicitar una licencia de obra para levantar cualquier tipo de construcción. Las administraciones locales tampoco tenían, ni tienen aún, demasiados medios para inspeccionarlas, aunque las cosas están cambiando. En los últimos procesos de regularización catastral impulsados por el Estado en las comarcas –algunos culminaron en 2015 y otros tres años después– afloraron cerca de 20.000 inmuebles irregulares que, en consecuencia, no estaban tributando o lo hacían por debajo de la cuota que les correspondía.

Los concellos tuvieron que acatar esta directriz y asumir unos siempre complejos procesos que, aunque llegan desde administraciones superiores, el ciudadano siempre suele pedir explicaciones a la más cercana. El resultado de estas regularizaciones [que no revisiones catastrales] fueron un total de 19.825 inmuebles regularizados en los nueve municipios de Deza y Tabeirós-Montes, de los que el 68% correspondían a bienes ubicados en espacios urbanos, mientras que los rústicos ascendieron a 6.222. El nuevo balance de bienes inmuebles en el área se cerró con un total de 819.662, de los que 98.578 son urbanos.

La relación de inmuebles totales y los urbanos por ayuntamiento quedó del siguiente modo. En Lalín Catastro contabiliza 133.857 (32.508 urbanos) y en A Estrada son 179.183, pero solo con 16.537 urbanos. En Silleda hay 72.459 y 7.889 respectivamente, mientras que el desglose en Vila de Cruces es de 77.766 y 4.876. Rodeiro totaliza 63.082 bienes, de los que 2.478 son urbanos, y en Agolada los datos indican que hay 58.506 y 3.157 respectivamente. Dozón alcanza 31.331 y 988. En Forcarei la cifra es de 92.798, con 10.481 de naturaleza urbana, mientras que en Cerdedo el desglose es de 52.982 y 4.507 en cada caso, y en Cotobade son urbanos 15.147 del total de 57.698.

A continuación vamos a ver el impacto por municipio del proceso de la Dirección General de Catastro. A Estrada es el municipio de las comarcas donde más inmuebles afloraron en un procedimiento finalizado el 31 de diciembre de 2018, con un total de 4.543. Muy de cerca aparece Lalín, donde la tramitación llegó a su fin en octubre de 2017, con 4.201 bienes regularizados, también, entre urbanos y rústicos. A continuación está Silleda (finalizó su proceso a la vez que Lalín), con 3.092 inmuebles y Vila de Cruces fue el municipio con menor actividad al contabilizar 316 regularizaciones catastrales en su tramitación, rematada en octubre de 2015. En Rodeiro la cifra ascendió a 2.770 (acabó el trámite en diciembre de 2018) y en Agolada fueron 1.885, tras dar carpetazo a este procedimiento en julio de 2016. Destaca la elevada actividad regularizadora realizada en el término municipal de Dozón en relación a su volumen absoluto de inmuebles, pues solo en esta campaña, lista en octubre de 2017, aparecieron 1.208.

En lo que respecta a los municipios de Terra de Montes, el ministerio detalla los datos en tres territorios, es decir, desglosa Cerdedo y Cotobade por separado. En el primero de estos dos fueron regularizados 183 inmuebles, todos urbanos, mientras que en Cotobade la cifra asciende a un total de 793. En Forcarei constan exactamente 834.

Los registros ministeriales se componen del total de inmuebles, según su naturaleza rústica o urbana, y también las características de los mismos. Así, por ejemplo la mitad del total de casi 20.000 bienes incluidos en este procedimiento eran nuevas construcciones. Otros corresponden a obras de ampliación y rehabilitación de edificaciones ya existentes y en otro segmento se incluyen reformas y cambios de uso no comunicadas.

173 piscinas ocultas

Las piscinas son, sobre todo a raíz de la pandemia sanitaria, un servicio muy demandado por las familias para sus hogares y las comarcas tampoco se escapan de este fenómeno. Los últimos datos oficiales del ministerio, referidos al presente año, indican que en los nueve municipios de las comarcas están registradas un total de 784, una treintena más que las que figuraban doce meses antes. El registro catastral establece dos tipos de instalaciones, las cubiertas y las que fueron construidas al aire libre, y si sumamos las dos –las cubiertas son 33, de las que 13 están en Lalín– es la capital de Tabeirós la que destaca pues en A Estrada hay 294. Por detrás aparece Cerdedo-Cotobade (194), Lalín (118), Silleda (79), Vila de Cruces (39), Agolada (25), Forcarei (20), Rodeiro (13) y Dozón se mantiene con dos. Estas son las piscinas que figuran en el último censo, pero una parte de las mismas se incorporaron durante los distintos procesos de regularización catastral llevados a cabo en la campaña ministerial. Los vuelos aéreos y los cotejos de datos fueron la herramienta utilizada para detectar construcciones sin dar de alta y con las piscinas aconteció lo mismo. Así, en total fueron descubiertas 173m de las que 122 estaban situadas en propiedades del término municipal de A Estrada. En Lalín fueron 14, Silleda (7), Vila de Cruces (7), Rodeiro (2), Agolada (6), Dozón (2), Forcarei (2), Cerdedo (6) y cinco en los límites territoriales de Cotobade.

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