Los concellos acumulaban en junio facturas pendientes de pago por más de 3,5 millones

Los nueve concellos de las comarcas cerraron el primer semestre del presenta año con facturas en los cajones que rebasaban los 3,5 millones de euros, después de haber hecho frente a casi 16 millones en contratos. Estamos hablando de una cantidad considerable y, a diferencia de otras ocasiones en las que los ayuntamientos con mayor capacidad económica eran los que asumían gran parte del peso de los impagos, ahora esta responsabilidad recae en aquellos más pequeños que, en consecuencia, manejan unos presupuestos mucho más reducidos.

Así lo indican los datos del Período Medio de Pago a Proveedores (PMPM) facilitado por el Ministerio de Hacienda y correspondiente al pasado mes de junio. El importe de abonos pendientes de facturas en los cajones asciende exactamente a 3.544.998 euros, pero además de las nueve administraciones municipales, tres vulneran la legislación que los obliga a saldar sus deudas con sus proveedores antes de 30 días. Esta medida fue implantada hace años con el objetivo de frenar la morosidad en las administraciones públicas, a pesar de que la deuda de los municipios no es ni mucho menos la que más pesa entre todas, sino que muy por delante están las del Estado y las de las comunidades autónomas.

Si echamos un vistazo a la morosidad de los concellos de Deza y Tabeirós-Montes llama poderosamente la atención lo que acontece en Forcarei, que cerró junio con impagos por 978.115 euros, mientras que las facturas que sí fueron abonadas hasta esta fecha se sitúan en 1.160.723 euros. El municipio de Montes también incumple los tiempos máximos, con un período medio de pago de 70,88 días. Más seria es la situación de Agolada, donde el montante de las facturas sin pagar es incluso superior a las liquidadas al tener pendiente de abono 863.769 euros y pagadas cerca de 344.000 euros. Agolada ostenta otro récord al ser el concello que más tiempo se toma para pagar a sus clientes, con un promedio de casi cuatro meses.

Rodeiro es el tercer municipio con más facturas impagadas, que suman 505.652 euros, frente a las satisfechas, que supusieron un volumen de 748.483 euros. Su período medio de pago es de casi 81 días. Las obligaciones pendientes del Concello de Vila de Cruces ascienden a 332.073 euros, mientras que el importe de pagos realizados se fue hasta los 2.484.492 euros, con una demora media de abono de 26,12 jornadas. Para rematar con la comarca dezana, hay que destacar que Silleda es el ayuntamiento que más pronto paga a sus proveedores (1,51 días), aunque seguido muy de cerca por Cerdedo-Cotobade (1,65). El trasdezano asumió abonos por 2.348.388 euros, con otros 276.681 euros en facturas pendientes. Lalín, con una media de 19,1 días en sus pagos, tenía por asumir 184.765 euros, con 3.744.757 euros ya satisfechos, mientras que Dozón asumió 350.207 euros y sus obligaciones pendientes suman 161.891 euros. Su período medio de pago es de 6,38 días.

A Estrada, con solo 8.661 euros pendientes, hizo frente a 4.305.322 euros (una media de 18,68 días) y Cerdedo-Cotobade debía 233.386 euros, con 441.815 atendidos.

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