Murado: “Estoy harto de poner siempre la otra mejilla”

El responsable del circuito de A Madalena estalla contra la comunidad de montes

Murado, en el circuito de la Madalena.  | //BERNABÉ/JAVIER LALÍN

Murado, en el circuito de la Madalena. | //BERNABÉ/JAVIER LALÍN / nerea couceiro

El piloto forcaricense Jose Murado lleva cerca de cinco años al frente del World Rally Bar del circuito de A Madalena. Estas instalaciones fueron construidas, según cuenta, sobre terrenos que pertenecían a la comunidad de montes homónima, cuyos integrantes cobran periódicamente una cantidad del Concello por la cesión de los usos. Murado desconoce cuál es la duración del acuerdo que existe entre ambas partes, pero siente que los desacuerdos entre estás están afectando considerablemente a su negocio y a su propio bienestar: “desde que tenemos la concesión del bar estamos sometidos a amenazas, calumnias y mentiras con el fin de instrumentalizarnos políticamente”.

El piloto sostiene que el presidente de dicho colectivo, que además poseía la concesión del bar antes que él, ha hecho de desprestigiar el circuito una quimera personal. El último desencuentro que mantuvieron Murado y el fue durante la celebración del Máster de Galicia este mismo año, cuando el susodicho “me extorsionó para que le diese dinero o cobraría el aparcadero en los terrenos contiguos al circuito”. Para evitar problemas, el forcaricense accedió a la petición de presidente de la comunidad y le hizo un pago por el uso de las parcelas. Sin embargo, apunta que su sorpresa llegó cuando “dos días más tarde de darle el dinero me entero de que fue al Concello a denunciar situaciones irreales y quejarse de nuestro funcionamiento”.

Esta no sería la primera vez que la gestión de estas instalaciones es denunciada por parte de la comunidad de montes, aunque Jose afirma que “siempre que lo han hecho ha quedado demostrado que trabajos cumpliendo las ordenanzas y que no hay fundamento para todas estas acusaciones”, sosteniendo que el World Rally Bar se rige por la legalidad, contrariamente a este colectivo, acusa: “en una ocasión, durante uno de nuestros eventos, montaron un bar fuera sin ningún tipo de licencia, solo para molestar”.

Murado confiesa que no entiende qué es lo que puede molestar tanto a la comunidad de la Madalena “desde que llegamos intentamos integrarnos como unos vecinos más, nos mostramos participativos, para las fiestas ponemos como todo el mundo e incluso nos ofrecimos a organizar las sardiñada de San Juan”. Con todo, sentencia que pese a su buena fe del principio, la situación se ha vuelto insostenible para él “estoy harto, en los negocios no se puede poner siempre la otra mejilla”, por lo que el piloto espera poner fin a estas disputas y realizar su actividad con tranquilidad.